El último domingo de diciembre es el escogido en Velilla para llevar a cabo una pequeña celebración que se inició en el año 1999 y que se ha convertido en una grata tradición para sus vecinos. Se trata del acto de homenaje que la parroquia de la localidad ofrece en esta jornada a todos los matrimonios que a lo largo del año, dadas las fechas, siempre a punto de concluir, han celebrado las bodas de oro o de plata de la celebración de su enlace.

Para ´hijos´ de Velilla

El único requisito para ser incluido en dicho reconocimiento es que uno o ambos cónyuges de la pareja sean naturales de Velilla, de forma que en el día señalado participan en el acto matrimonios residentes en Velilla de Ebro, pero también otros procedentes de los más variados puntos de España.

En esta ocasión el acto de homenaje tuvo lugar el pasado 28 de diciembre, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y durante el transcurso de la celebración de la eucaristía. Siete fueron los matrimonios que participaron en el mismo, tres de los cuales alcanzaron el pasado año 2003 los míticos cincuenta años de casados, mientras que el resto habían festejado los veinticinco. Por supuesto, y como ha ocurrido en otras ocasiones, no todas las parejas convocadas pudieron acudir, por motivos de salud, lejanía de sus residencias y por otras muchas causas se algunas faltaron a la cita.

Una vez concluida la misa, el sacerdote oficiante, José Antonio, obsequió a las parejas con un diploma otorgado por el arzobispado de Zaragoza, que les servirá de recuerdo de esta emotiva jornada. Terminados los actos formales, los matrimonios pusieron fin al homenaje celebrando juntos una animada comida de hermandad.

G. ABADIA