El Ayuntamiento de la Puebla de Alfindén se sorprendió, hace unas semanas, al recibir un curioso correo electrónico. El e-mail, que también había sido enviado a algún medio de comunicación, procedía de una persona cuya identidad no se indicaba exactamente y que aseguraba que en el pueblo se producían graves actos de vandalismo. Sin embargo, y según el alcalde, Fernando Salvador, "no sucede nada anormal y la difusión de la noticia ha sorprendido a todo el pueblo".

La sorpresa inicial no evitó que para que no se propagaran falsas ideas sobre la localidad, tanto el alcalde como las fuerzas de seguridad del municipio se pusieran manos a la obra. Sus objetivos fueron dos: desenmascarar al denunciante y averiguar si realmente se estaban produciendo estos incidentes por parte de menores, como afirmaba el misterioso correo electrónico.

Las pistas condujeron hasta la figura de un vecino quien, según el primer edil, no está empadronado en La Puebla. "Lo he comprobado personalmente", afirmaba Fernando Salvador, quien intuía que se trataba de alguien que estaba molesto con las "travesuras" de un grupo de adolescentes. El vecino denunciante llegaba a tachar a los jóvenes de "terroristas"

Por su parte, policía local y guardia civil no encontraron indicios de los supuestos hechos que el anónimo atribuía a los jóvenes. El asunto, por tanto, no pasa de la mera anécdota ya que este vecino no se ha quitado su disfraz virtual y tampoco ha acudido al ayuntamiento "a decirnos quién, cómo y cuándo" se cometen esos supuestos delitos en el municipio.

Sin duda alguna, el correo electrónico enviado por el vecino indica una serie de quejas en cierto modo exageradas. Y es que estamos en verano, los pueblos reciben más gente, las fiestas llenan de alegría las calles, y el ambiente puede considerarse muy jovial y vivo. Aunque nunca llueve a gusto de todos, hay que contar hasta tres, respirar hondo y pensar en las cosas positivas que municipios tan acogedores como La Puebla ofrecen tanto al visitante como a los vecinos.