Naturaleza viva, colores armónicos, formas arremolinadas y llenas de vida son algunas de la características de la obra plástica de Fernando Cortés. Un autor que ha expuesto sus últimas creaciones en la Sala de Exposiciones del consistorio de Pastriz, en el Centro Social, del 23 al 27 de julio.

La muestra, organizada por la Asociación Amigos del Galacho, se componía de cuadros de pequeño y gran formato, con sugestivos títulos que evocan el universo cósmico y natural, entre ellos, "Deslumbramiento súbito", "Eclosión incontinente" o "Devoción por la música".

Este artista, nacido en Zaragoza en 1955, reside en Pastriz, donde sigue desarrollando su labor pictórica que, ahora, se ha dado a conocer entre sus vecinos con esta exposición "que ha sorprendido a todos por su expresividad y porque el modo en que pinta Fernando Cortés es muy peculiar y lleno de vida", apunta Sergio Puértolas, concejal pastrizano y miembro de la Asociación de Amigos del Galacho.

Un estilo peculiar

La obra de Fernando Cortés es tremendamente personal, una naturaleza reinterpretada bajo su propia perspectiva con pinceladas sueltas, expresivas y llenas de pigmento. Así, árboles, montañas, cielo y otros componentes paisajísticos adoptan inusitadas formas espirales que transmiten al espectador un sensación de eterna vida. Sus composiciones, enmarcadas dentro del estilo abstracto, con muchos toques de "action painting", podrían emparentar con el mismísimo Pollock, aunque difieren de éste porque el maño coloca un centro visual en sus composiciones, un elemento que centra la atención del espectador que le permite contemplar el lienzo de dentro hacia fuera.

NURIA ASIN