Horas de trabajo y mucho mimo son dos de los ingredientes que aplica Jesús Cobos, de Alfajarín, para realizar sus instrumentos de música tradicional aragonesa.

Entre ellos los hay de viento, como dulzainas y gaitas; de cuerda como guitarras, quitarricos y salteríos; y otros complementos musicales como carraclas o matracas, también conocidos como mata judíos o tinieblas "porque se utilizaban en las celebraciones de la Semana Santa en vez de las campanas, pero su sonido es duro y estrepitoso, y de ahí su nombre", explica Cobos.

El alfajarinense realiza sus instrumentos de principio a fin. "A mis manos llega la madera en bruto y yo voy elaborando todos y cada uno de los componentes del mismo", explica. Pero, la elección del material no es baladí, sino que, prosigue Cobos, "para los instrumentos de viento utilizo maderas duras y autóctonas, como olivera y boj, puesto que este material le otorga una sonoridad brillante, peculiar".

Sin embargo, para los de cuerda se emplean otras especies lígneas "porque para éstos no es tan decisivo el material. El secreto está en dejar que se habitúe al lugar en el que está, puesto que la madera es hidroscópica y coge la humedad del ambiente. Si no tienes en cuenta ésto el resultado sonoro puede ser espantoso", argumenta el lutier.

Su afición por este trabajo surgió de joven pero hasta 1993 no se planteó esta afición como profesión. "Di un curso de lutería en Zaragoza y descubrí las múltiples posibilidades que me ofrecía", apunta el artesano.

Desde que abrió su taller ha ido elaborando cientos de encargos, casi todos ellos para Aragón, aunque también para otras zonas de España. En este tiempo, "he ido experimentando, probando nuevos métodos constructivos, ya que en este oficio no hay normas concretas, muchos problemas los resuelves a base de probar. Un hecho que quizá se debe a que en la lutería hay mucho secretismo, los maestros no enseñan sus secretos y tienes que descubrirlos tu mismo", comenta Cobos.

En este sentido el lutier se ayuda de su formación científica, ya que es ingeniero. "Mi carrera me ha servido para conocer más profundamente mi actual profesión, ya que aplico en los instrumentos algunos procesos físicos que aprendí en la facultad", apunta el artesano.

Ahora, Jesús Cobos tiene como objetivo montar un museo con instrumentos antiguos realizados por él y con otros que ha ido recuperando."Sería una buena forma de mostrar mi trabajo y recuperar la historia musical de nuestra tierra", concluye el lutier.

NURIA ASIN