Uno de los elementos más representativos del casco urbano de Villafranca, el peirón de Santa Bárbara, situado junto a la calle del mismo nombre y la Mayor, se ha restaurado, por fin, después de celebrar su 50 aniversario.

Pero, no se ha tratado de una recuperación al uso, sino que se ha aprovechado la ocasión para renovar ligeramente el aspecto del mismo. En su origen, este elemento tenía en su parte más alta una pequeña capilla que contenía la imagen de la santa. Esta miraba hacia la calle Mayor, porque fue donada por una persona que residía en esta vía. Ahora, tras la intervención, se ha abierto otra capilla, en la parte de atrás de la mencionada, y se ha instalado otra imagen. La actuación ha tenido por objeto "complacer los deseos de los vecinos, quienes llevan años reclamando que la Virgen mirara a la calle de su misma denominación", explica el alcalde de Villafranca, Carmelo Bes.

Obras en plaza San Roque

Otra de la actuaciones urbanística que ha llevado a cabo el consistorio villafranquino ha sido la reparación y embellecimiento de la plaza de San Roque. En este espacio, la intervención también ha tenido que ver con los "santos" ya que se ha procedido a la renovación de una pequeña capilla que da cobijo al santo que da nombre al espacio. Además, la remodelación ha incluido la colocación de una farola, una fuente y unos maceteros de forja que permiten delimitar este espacio e impedir que aparquen coches, ya que se trata de una plaza peatonal.

Las obras han tenido un coste de 9.000 euros, que han sido sufragados en su totalidad por el Ayuntamiento de Villafranca.

N. ASIN