El Ayuntamiento de Epila va a ampliar el proyecto de abastecimiento de agua del Barrio de la Azucarera para hacer llegar el suministro a unas seis viviendas que habían quedado fuera de este plan. Estas viviendas están localizadas al otro lado de la vía, en el denominado Cabezo Blanco, y no se habían incluido en el planteamiento original.

Para solucionar el problema, el ayuntamiento ha tenido que realizar una modificación en este proyecto con el objetivo de ampliar el servicio de abastecimiento de agua a todos los vecinos de la zona.

La ampliación del proyecto no va a suponer un coste adicional del presupuesto estimado para la obra inicial ya que los gastos derivados de esta modificación se sufragarán con la misma inversión prevista desde el principio. Así, y al igual que se está realizando con las acometidas del Barrio de la Azucarera, los vecinos sufragarán esta actuación con contribuciones especiales mientras que el ayuntamiento se hará cargo del resto gracias a la subvención del Instituto Aragonés del Agua.

La modificación se realizará al mismo tiempo que se instalan las infraestructuras de la Azucarera y, según afirmaba el alcalde, Martín Llanas "queremos que en la primavera el agua ya esté en este barrio". Las obras de abastecimiento de agua a esta urbanización epilense comenzaron las pasadas navidades y mantienen un buen ritmo.

Contencioso

La sección cuarta de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Aragón ha desestimado el contencioso-administrativo interpuesto por vecinos del barrio de la Azucarera que solicitaban al Ayuntamiento de Epila la prestación del servicio municipal de abastecimiento de agua potable y vertido. Este proceso se inició en el año 2000 al presentarse una reclamación al ayuntamiento que quedó desestimada por vía de silencio administrativo.

Las viviendas de este barrio se encuentran en una urbanización privada perteneciente en un principio a la Compañía Industrias Agrícolas S. A., hoy Puleva S.A. Todo el barrio fue construido por esta empresa para sus trabajadores, incluido el sistema de abastecimiento de agua y, aunque las viviendas se han sometido a procesos de compra-venta, la compañía continúa siendo propietaria de las calles y de la mayor parte de la urbanización.

Martín Llanas considera esta sentencia como "normal" y destaca que el consistorio "siempre ha tenido intención de llevar el agua hasta el barrio" aunque, hasta ahora, se ha estado estudiando cómo realizar el proyecto. La opción que se está ejecutando en la actualidad es instalar la red para suministrar agua a estas viviendas desde el depósito del pueblo.

Este sería, según Llanas, el primer paso en la dotación de servicios a este barrio.