Ya ha concluido la segunda fase de los trabajos de restauración del granero del Conde Aranda, centrada en la solera y los zócalos de los muros, con una inversión de 85.000 euros de los que 60.000 euros procedían de una subvención del Instituto Aragonés de Fomento.

Tal y como recuerda la alcaldesa de Lumpiaque, Mercedes Sediles, esta es solo una fase más en un proyecto de mayor envergadura y que se acerca a los 700.000 euros de inversión global, con el que se quiere recuperar este emblemático edificio para albergar un centro de interpretación, una ludoteca, un salón de actos con capacidad para unas 150 personas y otras salas que se podrán usar para exposiciones, entre otras cosas.

La intención del consistorio es seguir avanzando en el proyecto a medida que se obtengan nuevas ayudas.