El Ayuntamiento de Alpartir está inmerso en la renovación del mobiliario urbano, y más concretamente en lo que se refiere a bancos y papeleras. Una iniciativa que se ha trabajado junto con el Consejo de Infancia y Adolescencia de la localidad ya que una de las encomiendas que hicieron sus representantes al consistorio alpartilense fue crear un mapa con la ubicación de estos elementos y ubicarlos en nuevos puntos, explica la alcaldesa, Marta Gimeno.

Para llevar adelante esta actuación el consistorio ha contado con una subvención de la DPZ para la adquisición de los bancos, mientras que las papeleras se han comprado con fondos propios y de su instalación se están ocupando los operarios municipales.

De esta forma, se ha comenzado ya con la renovación de los bancos en el paseo Ramón y Cajal, la zona de jardines, y el acceso al colegio, uno de los puntos donde el consejo solicitó colocar unos bancos que puedan ser usados por sus familias. Además, los nuevos bancos son de madera autoclave, más resistente y que no requiere mantenimiento. Y, una vez más, los bancos retirados de estos puntos y que estén en buen estado se trasladarán a otras zonas de la localidad y en los que sea necesario se renovará la madera sustituyéndola por otra del tipo autoclave. En total, tras esta actuación la localidad dispondrá de unos 60 bancos, explica Gimeno.

Mientras, la solicitud de instalar más papeleras era otra de las peticiones del Consejo de Infancia y Adolescencia y en esta caso ha sido el propio consistorio el que ha asumido el gasto de esta actuación con la que se duplicará el número de papeleras existentes. Además, las nuevas papeleras son de mayor capacidad, más resistentes y de forja, «para buscar la uniformidad y seguir la estética de pueblo de sierra», insiste la edil. Estas papeleras se ubicarán en puntos estratégicos, en las entradas de edificios públicos, jardines… «y esperamos que contribuyan a que el pueblo esté más limpio y que la gente haga un buen uso de ellas», añade.

También se van a colocar unas mesas de madera en la plaza que hay entre la biblioteca y la escuela infantil, con lo que se quiere crear un espacio que sea una extensión de la biblioteca al aire libre.

Además de la importante renovación que se lleva a cabo, de todo este proceso Gimeno destaca lo enriquecedor que ha resultado trabajar junto a los niños y jóvenes en la creación de este mapa de mobiliario urbano. «Ha sido muy positivo, nos han acercado a sus necesidades con una visión fresca y escucharlos te hace abrirte a otros puntos de vista, pero es un mapa vivo que habrá que ir mejorando entre todos», concluye. T