Un grupo de personas con discapacidad intelectual del centro de Plena Inclusión Aragón y de la entidad local almuniense Adispaz analizó en diciembre de 2017 los problemas de accesibilidad cognitiva que tenía la biblioteca almuniense. Las conclusiones de dicho estudio se han presentado en marzo a los responsables de la biblioteca y a las autoridades locales, lo que permitirá comenzar en pocos días a acometer los cambios necesarios para que este servicio municipal mejore sus parámetros de accesibilidad para todos los colectivos, tanto los discapacitados, como las personas de más edad, los inmigrantes extranjeros, los niños…

«Cuando se nos habla de accesibilidad enseguida pensamos en barreras arquitectónicas o en las limitaciones de colectivos como ciegos o sordos —explicó Ramón Álvarez, gerente de Plena Inclusión Aragón— pero existe otro tipo de barreras en las que no reparamos y que dificultan el acceso a los servicios de numerosos colectivos». En esa línea, el coordinador del servicio Creando Espacios Accesibles de Plena Inclusión Aragón, Santiago Aguado, desgranó las principales propuestas contenidas en el estudio, que se entregaron a las autoridades almunienses, y que ahora servirán de hoja de ruta para corregirlas.

Con respecto al exterior del edificio, las propuestas contemplaban señalizar la ubicación de la biblioteca en los postes de dirección de la localidad, incluir elementos de referencia en el exterior del edificio, mejorar la rotulación del exterior del edificio, ampliar los tablones de anuncios y señalizar y mejorar la entrada para personas con movilidad reducida.

En el interior, los encargados del estudio detectaron una excesiva proliferación de carteles que confunden al usuario, por lo que realizaron propuestas como instalar un tótem informativo para liberar otros espacios, así como una pantalla de información que proyectaría las novedades e informaciones temporales del centro. Plantean mejorar la señalización de acceso a los baños, mediante vinilos en el suelo. También plantean mejorar las escaleras de acceso a la primera planta mediante la colocación de bandas reflectantes y el tapado de huecos que evite problemas para ascender.

En cuanto a los folletos y cartelería del espacio, se plantea hacerlos de nuevo mediante el sistema de lectura fácil, a través de pictogramas. Para los carteles de señalización de estanterías se propone un sistema de colores que facilite la localización de los diferentes géneros y secciones.

Para la directora gerente de Adispaz, Inmaculada Gracia, «queríamos que esto no se quedara en el papel, por lo que a partir de ahora el personal del Ayuntamiento y los autores del informe se van a encargar de evaluar las propuestas y plantear un calendario para su puesta en marcha». Gracia afirma que esto es solo el principio y considera que «estas pequeñas medidas facilitan la vida a toda la población en general, no sólo a los discapacitados».

Como primeras acciones que se van a realizar con carácter inmediato están la llegada de un lote de libros de lectura fácil, basados en pictogramas, y el diseño de un folleto de información y acceso a los servicios de la biblioteca, también de lectura fácil.

Por su parte, la concejal de Bienestar Social y Educación, Zita Chioreanu, aseguró que en el ayuntamiento «lo tenemos muy claro y sabemos que levantando barreras abrimos caminos». La edil, que estuvo arropada por la alcaldesa de La Almunia, Marta Gracia, el primer teniente de alcalde, Juan José Moreno, el concejal de Participación Ciudadana, José Manuel Latorre, y la presidenta de la Comarca de Valdejalón, Marta Gimeno, anunció que «vamos a seguir trabajando para eliminar barreras en todos los edificios municipales». T