1En esta sección se van a tratar de explicar las anomalías oculares más frecuentes, qué son exactamente, qué causas las producen, síntomas, evolución y tratamientos, empezando por las cataratas.

La catarata es una de las patologías oculares más comunes y consiste en la opacificación de una lente natural de nuestros ojos, llamada cristalino. El cristalino en condiciones normales es una lente brillante y transparente como el cristal y cuando en él se produce una opacidad dificulta el paso de la luz causando una distorsión y una disminución de la agudeza visual.

La causa más frecuente de las cataratas es la edad (o catarata senil); pero también pueden ser traumáticas o tempranas, ocasionadas por accidentes, fogonazos en soldadores y electricistas o personas tratadas con corticoides de forma crónica; y también las hay hereditarias, cataratas congénitas que pueden aparecer en recién nacidos. Además, existe mayor factor de riesgo en personas diabéticas, miopías altas y enfermedades oculares inflamatorias.

Existen tres tipos de cataratas que son: subcapsular, de la parte anterior o posterior del cristalino; nuclear, en el centro; y cortical, en las zonas periféricas.

Los primeros síntomas de las personas con cataratas son una pérdida paulatina de visión, parecida a como sí viéramos a través de una nube; y deslumbramientos con la luz solar y reflejos especialmente de noche. Los colores se perciben con menos intensidad y la visión empeora en ambientes de penumbra.

Ya en el proceso evolutivo de las cataratas se producen cambios en la refracción del paciente que conllevan a tener que modificar la graduación de las gafas. En muchas ocasiones se aprecia un empeoramiento de la visión lejana y por el contrario una mejora de la visión próxima, lo que es debido a una miopización provocada por la opacificación del cristalino.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO1 La catarata se diagnostica observando la transparencia de los medios refractivos del ojo con un oftalmoscopio o una lámpara de hendidura, se valora su grado en relación a la agudeza visual y los cambios refractivos que ha inducido. Cuando la visión está suficientemente deteriorada como para presentar una deficiencia en la calidad de vida, se aconseja la cirugía. Aunque esto siempre lo debe valorar un médico oftalmólogo.

La técnica utilizada en la actualidad para la cirugía de las cataratas se denomina facoemulcificación. Técnica muy segura que consiste en romper la cápsula anterior del cristalino y mediante un aparato de ultrasonidos, romper el núcleo del cristalino para proceder a su extracción mediante aspiración. A continuación, se introduce una lente intraocular flexible de un poder dióptrico similar al del cristalino que permita enfocar los objetos en visión lejana, es decir, sustituye al cristalino. Al ser esta lente plegable, la incisión que se debe practicar en el ojo no es superior a 3 mm, por lo que en muchas ocasiones no es necesario suturar con puntos.

Este tipo de cirugía es muy rápida, se realiza con anestesia tópica y no requiere hospitalización. Tras la intervención se debe seguir un tratamiento farmacológico tópico para favorecer la cicatrización y evitar inflamación e infecciones.

En definitiva, si nos diagnostican unas cataratas no debemos preocuparnos en exceso ya que es una de las patologías con mejor pronóstico de recuperación tras la operación. Lo único que está en nuestra mano es evitar la rapidez con la que envejece el cristalino y eso se puede conseguir utilizando una buena gafa de sol que supere todos los certificados de calidad porque todas las que se venden en mercadillos, bazares, gasolineras, etc- no solo no hacen nada, sino que perjudican al cristalino.

Virginia Montesinos

Óptico Optometrista