Cerca de 12.000 personas pasaron por el secadero de la Cooperativa San Pedro Arbués de Épila entre el 11 y el 13 de mayo para disfrutar de la XIV edición de la Feria Agrícola, Comercial y Ganadera de Valdejalón (Valga). Una edición que inauguraron la tarde del viernes el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, el presidente de la DPZ, Juan Antonio Sánchez Quero, y el alcalde de Épila, Jesús Bazán.

Una vez más Valga ha cumplido con su objetivo de «dar a conocer y potenciar todos los productos agrícolas y ganaderos de la zona, así como el municipio y los pueblos de alrededor», según indicó el alcalde epilense, Jesús Bazán, quien añadió que el proyecto que se instalará gracias a la Agrupación Agroalimentaria Guissona- BonÀrea «ha despertado mucha expectación y el stand que la cooperativa montó en la feria estuvo siempre lleno de gente pidiendo información sobre los temas agrícolas y ganaderos que se van a impulsar».

OPTIMISMO

Precisamente al proyecto de Bonàrea se refirió el presidente aragonés, Javier Lambán, en la inauguración para subrayar que «este proyecto permite afrontar el futuro con optimismo, ya que se están cumpliendo los plazos del proyecto». En este sentido Lambán anunció que «el Plan de Interés General Autonómico de Bonárea (PIGA) será aprobado inicialmente a principios de junio y de forma definitiva entre finales de septiembre o principios de octubre, lo que permitirá comenzar las obras para urbanizar la superficie que llevará los servicios básicos comenzará en los primeros meses de 2019». Por ello se mostró optimista con el futuro de la localidad y la comarca y aseguró que el Gobierno de Aragón ya está trabajando para sentar las bases para que las jóvenes generaciones puedan formarse adecuadamente con grados relacionados con la agroalimentación a través de la FP Dual.

Pero más allá del proyecto de BonÀrea, la feria reunió a más de 60 expositores, 39 de ellos locales, en los más de 10.000 mestros cuadrados del recinto ferial que quedó dividido en tres grandes áreas. De esta forma, en el pabellón comercial se dieron cita los expositores en una muestra de carácter generalista que, sin embargo, dio un gran protagonismo a la agroalimentación aunque hubo representantes de sectores muy variados. Mientras, en el pabellón ganadero se pudo ver una exposición de ovino, caprino y vacuno, además de caballos, conejos y gallinas entre otros animales. Por último, en la zona exterior se instaló la muestra de maquinaria agrícola. Y todo ello se completó con una carpa donde se desarrollaron numerosas actividades.

Y es que uno de los grandes atractivos de Valga volvió a ser el amplio programa de actividades que incluyó actuaciones como las de la Banda de Música de Épila, el grupo de jota Estilos d’Epila, una ronda jotera infantil a cargo de Ricla o el espectáculo de magia de Pepe Lirrojo, exhibiciones como una de global training y otra de paseo a mano de caballos a cargo del Centro militar de Cría Caballar de las Fuerzas Armadas del Ministerio de Defensa, una concentración de vehículos clásicos con Amigos del 600, además de múltiples degustaciones. Porque los productos agroalimentarios y la gastronomía tuvieron un lugar destacado con la degustación de ternasco, migas o ajos de Ricla, que fue el municipio invitado en esta edición, además de las que ofrecieron los expositores en sus stands.

Todo ello atrajo a miles de visitantes hasta Épila demostrando el buen momento que vive la feria y que se ha visto aumentado por el tirón y el interés que despierta el proyecto de BonÀrea. T