El colectivo feminista A Clau Roya (La Llave Roja), con la colaboración de Puyalón de cuchas, ofreció el 7 de febrero en Ricla una charla taller con el título Uso no sexista del lenguaje. El acto combinó la explicación de las dos ponentes: María Añover y Carla San Martín, y la participación activa de las personas asistentes.

La charla planteó que el lenguaje es consecuencia de las normas culturales y sociales, que hacen que obviemos a la mujer, relegándola a un papel inferior y secundario. Tratamos a lo masculino como algo genérico en el cual todas las personas estamos incluidas, pero eso no es así. Por ejemplo, "los alumnos de clase", supuestamente engloba tanto a los alumnos como a las alumnas. Pero si la frase es al revés "las alumnas de clase", nos referimos solamente a las alumnas, excluyendo a los varones. Lo correcto sería buscar una palabra que abarcara las dos partes, como por ejemplo: "el alumnado de clase".

También hay palabras que tienen un distinto significado si se escriben en masculino o femenino, como es el caso de la palabra zorro/zorra, y otros en que el género masculino tiene un mayor prestigio social, como secretario/secretaria o modisto/modista. Todo ello sumado al refranero popular que refuerza el lenguaje sexista, dejando a lo femenino en un papel secundario y sin importancia, tanto de manera cuantitativa, como cualitativa: "Llora como mujer, lo que no has sabido defender como un hombre".

Históricamente la mujer ha sido un sujeto pasivo frente al hombre, sujeto activo,y el lenguaje como herramienta de comunicación acaba por reproducir los estereotipos sexistas, siendo clave el uso del lenguaje no sexista desde la infancia.

De esta forma, existen diferentes formas para evitar el uso del lenguaje sexista: nombres colectivos (profesorado, en vez de los profesores) ; perífrasis (la persona interesada, en vez del interesado); construcciones metonímicas (la juventud, en vez de los jóvenes); desdoblamientos (señores y señoras, niños y niñas); uso de barras (Sr/a); omisión de determinantes o empleo de determinantes sin marca de género (cada contribuyente en lugar de los contribuyentes); uso de formas personales genéricas o formas no personales de los verbos ("es preciso atender más" por "es preciso que el alumno atienda más"); evitando el uso de x o @ por no ser parte del lenguaje.

La charla taller finalizó con la interesante actividad Soy mujer, no me invisibilices, nómbrame.