Los vecinos de Épila beben desde hace unos días un agua de mejor calidad, algo que es posible a la puesta en marcha de la nueva planta potabilizadora que se ha impulsado en el municipio y que se está utilizando desde el 1 de agosto. Estas instalaciones permiten, además, "dar servicio después de la llegada del agua de Yesa, que es la que ya llega, al 100%, al municipio", explica Jesús Bazán, teniente de alcalde del consistorio epilense.

Con la puesta en marcha de la potabilizadora, "al agua que beben los vecinos es mucho mejor, es más clara y tiene mejor sabor que la que bebíamos hasta ahora", puntualiza el responsable municipal. Además, "no tiene cal, lo que es muy positivo para los electrodomésticos, que se dañan menos, y para la salud de la ropa que se lava en la en la lavadora", indica Bazán.

Los vecinos de Épila ya han podido notar los beneficios de la puesta en marcha la potabilizadora, aunque por el camino se han sufrido algunos inconvenientes. "Los días 5 y 6 de septiembre el agua estuvo cortada porque tenía unos índices muy altos de turbidez, por encima de los deseable", dice Bazán. No obstante, el 7 de septiembre se reestableció "y ahora se está ya sirviendo agua de Yesa al 100%", apunta Bazán.

Las obras para construir la nueva planta potabilizadora han durado unos ocho meses y han tenido un coste de 400.000 euros, sufragados con diferentes ayudas de la DPZ además de con fondos municipales. La planta potabilizadora se sitúa en los depósitos de agua municipales.