La dirección general de Agua ya ha fijado el lugar donde se instalará la depuradora de aguas residuales de La Almunia si bien el ayuntamiento todavía debe realizar la compra de los terrenos para que pueda realizarse la ejecución de este proyecto.

Concretamente, y tras desestimar varias opciones, la depuradora se situará junto a la carretera de Ricla sobre unos terrenos que, por el momento, son de propiedad particular. Según avanzaba el alcalde de la localidad, Victoriano Herráiz, ya se han iniciado los contactos con algunos de los propietarios aunque todavía no han empezado las negociaciones para la adquisición.

La construcción de esta depuradora impedirá que se sigan vertiendo las aguas residuales de La Almunia sin ningún tipo de tratamiento medioambiental al río Mediano y, después, al Jalón. "Tenemos que concienciarnos con el tema medioambiental y rascarnos un poco el bolsillo", afirmaba Herráiz.

El Instituto Aragonés del Agua es el encargado de ejecutar este proyecto valorado en 4.207.000 euros (unos 700 millones de pesetas). La financiación se realiza íntegramente de este organismo si bien esta inversión repercutirá en los ciudadanos que "irán pagando la depuradora a través de una tasa medioambiental", explicaba el alcalde.

La construcción de estas instalaciones deberá estar terminada antes de finalizar el 2005, fecha marcada por la DGA para que los municipios de más de 5.000 habitantes empiecen a controlar los vertidos de sus aguas residuales. Así, y aunque no hay fecha prevista para el inicio de las obras y la firma del convenio con el IAA se realizó en la primavera pasada, Herráiz explicó que éstas empezarán "lo antes posible".

Para evitar los malos olores que se generan en las proximidades del casco urbano y otros problemas de salubridad, desde el consistorio se empezaron a tratar estos vertidos con "bacterias que descomponen la materia orgánica y evitan los olores", explicaba el alcalde, pero que no conllevan ningún tratamiento medioambiental.