En el marco del programa nacional de mejora de la producción de aceite de oliva, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Servicio de Protección Vegetal de la DGA vienen realizando estudios para el control de la mosca del olivo, una de las principales plagas de dicho cultivo.

Los daños que causa la mosca del olivo (Bactrocera oleae) son la disminución de la producción de frutos y pérdida de la calidad de los aceites. Además, en las galerías de las aceitunas, hechas por las larvas de la mosca, se instalan hongos que alteran la acidez y sabor de los aceites.

Por estos estos motivos, en la Comarca de Valdejalón, y en la presente campaña agrícola, se han instalado dos estaciones de control, situadas en los municipios de Ricla y La Muela.

Los diversos ensayos y análisis efectuados, tales como seguimiento de los frutos picados, empleo de trampas olfativas y cromotrópicas (trampa de color amarillo, con feromona de atracción sexual) para el conteo de las poblaciones de moscas, etc..., han llegado a confirmar que, para el control de dicha plaga es recomendable efectuar los siguientes tipos de tratamientos.

Un tratamiento preventivo que consiste en efectuar un parcheo contra las moscas adultas, si éstas superan tres moscas por trampa y día. El parcheo significa que se debe tratar un metro cuadrado de la zona del árbol orientada al sur. Para dicho tratamiento se puede usar el insecticida "dimetoato" mezclado con una proteína hidrolizada.

También se puede optar por el tratamiento total del árbol con el objetivo de controlar las larvas del insecto ya instaladas en las aceitunas. Este tratamiento se debe hacer cuando los frutos tengan un 5% de picadas.

Para el futuro, se pretende confeccionar un modelo matemático que prevea la aparición de la plaga teniendo en cuenta la meteorología, fundamentalmente la temperatura. Este modelo de alerta será una buena herramienta para el control adecuado de la mosca del olivo.

Si se respetan las recomendaciones de los tratamientos formulados, se reducirá la contaminación del medio ambiente por fitosanitarios. Además se obtendrán productos de mejor calidad, con pocos residuos de plaguicidas. Asimismo, el agricultor saldrá beneficiado, puesto que la monitorización de trampas y productos fitosanitarios están subvencionados.

En definitiva, el método de control descrito no es más que un sistema de control integrado de plagas, que permite racionalizar y minimizar el impacto contaminante de los plaguicidas en la agricultura.

R. Antolín, J. Choquecallata

Técnicos en el control de la mosca