-¿De dónde viene la devoción por la Virgen de Rodanas

-Es evidente que la situación social en 1546, fecha en que se produjo la primera aparición, y la propagación de los milagros hizo que las gentes de la época sembraran su devoción de tal forma que, 450 años después, todavía se mantiene en plena vigencia.

-¿Cuáles fueron los orígenes de la construcción arquitectónica?

-Al poco tiempo de la aparición o hallazgo de la imagen de la Virgen se construye una pequeña ermita que, unos cien años después se empezó a pensar en ampliar. La actual iglesia recibe la imagen de la virgen el 7 de mayo de 1685.

-¿Por qué llega esta devoción a tantos municipios?

-El Santuario está en un punto casi equidistante de varios pueblos y, por lo tanto, su influencia a finales del siglo XVI se podría considerar similar en todos ellos. Esta situación facilita una vinculación no sólo religiosa sino también en sus relaciones comerciales. Así, por ejemplo, se compran maderos en Tierga, vajilla en Almonacid, botos en La Almunia, vino blanco en Borja o platos y fuentes en Lumpiaque, entre otros.

-¿De dónde surgió la idea de mezclar tantos aspectos (medio ambiente, arqueología, historia...) en una única publicación?

-Todos los que van a Rodanas sienten que aquel lugar es algo más...La Virgen y algo más. Por eso cuando Manuel Valero, en representación de la cofradía, nos preguntó a Eladio Liñán y a mí si podríamos preparar un trabajo sobre Rodanas los dos contestamos que estaríamos orgullosos. Se planteó un esquema claro, parecido al resultado final, les pareció interesante y nos pusimos a trabajar.

-Se cuenta con grandes colaboradores, ¿ha sido difícil conseguir su colaboración?

-La mayoría somos gente sin experiencia en publicaciones. Cada uno, en su afición de hacer algo por Rodanas, ha puesto su tiempo y su trabajo de forma desinteresada con la idea clara de que el beneficio por la distribución de este libro sólo irá en beneficio de Rodanas, donde la cofradía crea que es más urgente o necesario. Por otra parte, la colaboración de Antonio Beltrán nos ha dado una la gran alegría de ver que el esfuerzo realizado no había sido en vano.