Los epilenses acaban de disfrutar de cuatro días de fiestas en honor a la Virgen de Rodanas. Unas celebraciones que se han cerrado con un balance más que positivo, «pues se han podido llevar a cabo en la calle y el tiempo nos ha respetado», explica la concejal de Festejos, Sara Guerrero, quien destaca que «hemos apostado por unas fiestas populares, gratuitas, yendo de la mano de las asociaciones culturales del municipio». De esta forma, el grupo de jotas y la banda municipal han deleitado con el folclore y han dado vida a las fiestas. «También los bares y pubs del municipio han contribuido en la programación», añade.

Un año más, los actos más concurridos fueron la ofrenda en honor a la Virgen de Rodanas o la actuación de la orquesta Montecristo el sábado noche en la Sala Multiusos. «Fue un exitazo», indica Guerrero.

También muy concurridos estuvieron los recorridos de los gigantes y cabezudos, un punto fuerte para los niños y las familias en el que, como novedad, se introdujo una sesión de cabezudos el domingo por la tarde amenizada por el grupo de gaiteros Bucardo Folk.

Y, como no, la subida al Santuario de Rodanas volvió a reunir a cientos de epilenses que disfrutaron de un día de desconexión en el campo, acompañados de amigos y familiares, donde también los niños pudieron divertirse con unos juegos muy especiales. T