Como en buena parte de las localidades de la comarca, Santa Cruz de Grío (antes Santa Cruz de Tobed y desde sus orígenes hasta 1785 solamente Santa Cruz) carece de emblemática propia conocida pero no de historia, por su pertenencia a la Orden del Santo Sepulcro, cuya fue la propiedad de la tierra hasta la desvinculación de los Señoríos en pleno siglo XIX.

Siguiendo el loable deseo de la mayoría de los ayuntamientos aragoneses de dotarse de los elementos simbólicos que los representen, el de Santa Cruz, en 7 de abril de 1999 acuerda encargar el preceptivo informe a la Cátedra Barón de Valdeolivos del que se ocupa doña Enriqueta Clemente García, siendo alcalde de la localidad Miguel Barranco Cubero.

Para conformar el escudo utilizan un cabrio, representativo de la Sierra de Vicor, a cuyos pies se asienta la población; la Cruz Patriarcal, emblema del Santo Sepulcro; un ramo de olivo por su antigua producción olivarera y el báculo de obispo por San Blas, su patrono. Con estos elementos se aprueba el escudo por el Gobierno de Aragón mediante decreto 122/2000 de 27 de junio (BOA nº80 de 7 de julio) con el siguiente texto:

"Escudo cuadrilongo de base circular. De azur, un cabrio de oro, sumado de la Cruz del Santo Sepulcro, fileteada de oro, flanqueada a la diestra, de una rama de olivo, alta, de oro, frutada de lo mismo y de un báculo de oro, alto y vuelto a la siniestra. Al timbre Corona Real cerrada".

Firmado por el presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias Ricou, y el vicepresidente, José Angel Biel Rivera.

En diciembre del año 2000, el municipio dio a conocer su escudo y su bandera a todos sus vecinos con un acto oficial al que asistieron representantes institucionales y de la IFC.

MANUEL MONREAL, Consejo Asesor de Heráldica y Simbología de Aragón