Este año Adispaz ha realizado las sesiones de terapia acuática en las instalaciones de Las Ranillas (Zaragoza), ya que disponen de zonas específicas de relajación, una temperatura adecuada y un vaso con la profundidad necesaria.

La terapia acuática mejora de forma sustancial el estado físico y emocional de las personas con discapacidad. Gracias a las características del agua caliente y a los efectos de la inmersión sobre las personas y a las actividades funcionales realizadas se pueden modificar actitudes y mejorar patrones de movimiento que sería muy difícil conseguir en otros espacios.

En la piscina se trabaja con principios de rehabilitación psicomotriz y de estimulación sensorial pero adaptándolo al agua. Las sesiones están basadas en el juego y el objetivo es desarrollar la coordinación, el equilibrio y mejorar el movimiento.