Un año más, Almonacid de la Sierra ha celebrado San Babil. Es difícil remontarse al origen de esta tradición que se sitúa en un pasado muy remoto, pero los más ancianos cuentan sus pequeñas anécdotas, e incluso en la II República ya eran famosos.

Entre los años 1940 - 1960, era tradición y costumbre entre los barrios del pueblo hacer campeonatos de hogueras, simplemente para ver cuál era la más grande y bonita. Lo cierto es que no ganaba nadie, pero tanto la de la zona alta, del centro o baja, era la mejor. Lo más lógico y normal era hacerlas con zarzas, ya que la leña de sarmiento o de árboles escaseaba para malgastarla y era cara. Por lo tanto, la fiesta era una escusa y consentimiento de los representantes del municipio para limpiar los barrancos y caminos del entorno. Incluso los hombres solían hacer apuestas para ver quién saltaba mejor la hoguera diciendo: "San Babil, San Babil, que me cure la nariz, con pan y regaliz". Si había mujeres atrevidas, estas más picaronas decían: "San Babil, San Babil, que me conserve el perejil".

Hoy en día, después de alguna década de abandono, hace ya muchos años que la Comisión de Cultura del ayuntamiento ha rescatado esta bonita tradición. En la plaza de San Nicolás, y para todo el pueblo, se ofrece un chocolate caliente, acompañado de churros, y por supuesto, la tradicional hoguera.