Épila ha dedicado los primeros días del mes de abril a hacer un repaso a parte de su historia, todo ello con motivo de las jornadas de inauguración de la restauración del sarcófago de Don Lope Ximénez de Urrea, Conde de Aranda, y bajo el título Épila, historia y arte en la encrucijada de la España moderna.

Así, tal y como explica el concejal de Cultura, Adolfo Díez, "el objetivo de las jornadas ha sido dar a conocer el proceso de restauración del sarcófago, pero también profundizar en el conocimiento de epilenses ilustres, bien de nacimiento o de adopción". Y la respuesta ha sido excelente ya que "la gran afluencia de público ha demostrado el interés de los vecinos por la historia de Épila", añade Díez.

De esta forma, las actividades se iniciaron el 1 de abril con la proyección de un documental sobre la figura de Agustín Sanz, el arquitecto fiel y un posterior coloquio a cargo de Javier Martínez Molina que habló a los presentes de la obra del arquitecto en Épila, de la que es obra cumbre la Iglesia de Santa María la Mayor.

Al día siguiente, el escritor epilense Pedro José López Correas presentó su libro 1794. El destierro del Conde de Aranda:sus memorias, en el que se recogen los últimos años de vida del conde en su palacio de Épila, así como datos curiosos de su testamento que López Correas encontró.

El jueves 3 de abril se centró en la persona del arquitecto Silvestre Pérez, cuya vida y obra se encargó de desgranar el también arquitecto Luis Martínez, que llegó de Barcelona expresamente para dar esta charla en la que mostró a la población epilense la importancia de la obra de Pérez a nivel nacional, especialmente en el norte de España.

Y ya el viernes se llevó a cabo la presentación del libro sobre El sepulcro de Don Lope Ximénez de Urrea, a cargo de Jesús Criado Mainar, Mª Carmen Lacarra Ducay y Enrique Galé Casajús. Una obra que recoge las dos fases de la restauración: la primera que consistió en su extracción de la pared y la segunda que se centró en recuperar el alabastro original oculto tras capas de pintura y suciedad. Además también se habló del constructor de este sarcófago gótico y de los estudios antropológicos que se realizaron a los huesos hallados en su interior y que corresponden a personas del linaje de los Urrea y los Aranda.

Las jornadas acabaron el sábado 5 de abril con una misa siguiendo el rito tridentino cantada por la coral gregoriana Gaudium Nostrum de Ablitas, el culto funerario ante el sarcófago, un breve concierto de la coral que interpretó cinco pizas y las palabras de las autoridades, encabezadas por el alcalde de Épila, Martín Llanas.