El curso escolar arrancó, el 9 de septiembre, con absoluta normalidad en los centros escolares de infantil y primaria de la comarca. La principal novedad son las obras que se están ejecutando en Calatorao y Ricla dirigidas a ampliar las instalaciones.

En el caso de la primera localidad, también hay que destacar el cambio del horario de las clases que, desde el inicio de curso serán de 9,30 a 13,00 horas y de 15,00 a 16,30 horas por la tarde. Según explicó la directora, Gloria Garcia, "con este horario el centro estará más coordinado con otros de la zona", algo que beneficiará a los profesores itinerantes.

En el Domingo Jiménez Beltrán se mantienen este curso las dos aulas prefabricadas y también ha sido necesaria una redistribución de los espacios, como pasar el salón de actos al aula de música y habilitar esta última para los alumnos de primero de primaria. Así estarán los escolares hasta que se estrene el nuevo edificio, unas instalaciones preparadas para hacer del centro de Calatorao un colegio de doble vía conforme a las previsiones de crecimiento.

La planta baja del edificio tendrá seis aulas para infantil y, en la alta, se han distribuido tres de primaria, una sala de profesores y dos aulas de apoyo.

La construcción de esta ampliación también supone cambios en el patio del colegio, que se extiende por los terrenos cedidos por el ayuntamiento para este fin. Según adelantaba la directora "en un futuro, necesitamos un plan de actuación para estos terrenos". Las previsiones apuntan a convertir los actuales vestuarios de las piscinas en un espacio que pueda utilizarse como gimnasio y aula de usos múltiples.

En Ricla se espera el inicio del próximo año para estrenar las nuevas instalaciones, en actual construcción. La ejecución de estas obras no va a interferir en el desarrollo del inicio de curso. Tan sólo el espacio del patio se reducirá en un 25% por motivos de seguridad. "Con estas obras ganamos espacios de uso común y de aulas especiales", apuntaba el director, Jesús Miranda. En la planta baja se ubicará un salón de actos de 80 metros cuadrados y un despacho de dirección y, en la alta, tres aulas de 50 metros cuadrados para idiomas, música y desdoble y otras clases pequeñas para apoyos y especialistas.

En el caso de Lumpiaque el curso empieza con las instalaciones renovadas, especialmente algunos servicios que, según fuentes municipales, se encontraban "en mala situación". Así, los alumnos del Fernando El Católico podrán empezar este curso con un colegio en "óptimas condiciones" gracias a una subvención de 30.000 euros del Departamento de Educación.

Esta subvención se ha destinado a cambiar la caldera de la calefacción y a acondicionar el espacio donde se encontraba para adaptar esta infraestructura a las normativas de seguridad.

El Servicio Provincial de Educación ha cambiado los servicios de la planta inferior y las puertas de la planta superior, que se encontraban en muy mal estado, según las mismas fuentes.

En Salillas, cuya aula forma parte del CRA Lumpiaque, celebran este año la ampliación del número de profesores y, en Bardallur, están pendientes de que la DGA asigne un profesor más, también para infantil.