Ricla celebró el 3 y 4 de junio la II Feria de la Cereza y el Ajo Tierno, que contó con la presencia en su inauguración del consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, acompañando al alcalde de Ricla, Ignacio Gutiérrez, y Pedro Caballero, concejal de Agricultura, junto a otras autoridades de la zona. La feria volvió a ser el gran escaparate de un municipio que se ha posicionado como referente en el mercado nacional de la cereza. Durante el año pasado se generaron más de 11 millones de kilos de producción en 1.200 hectáreas.

Olona destacó el caso de Ricla como «ejemplo de la generación de valor añadido a través de la cereza». «El valor añadido no solamente hay que generarlo a través de la comercialización sino también desde la producción agraria con la apuesta por tecnología avanzada», añadió el consejero, quien consideró necesario que «el regadío se oriente a producciones de alto valor añadido porque esto se traduce en empleo y, como sucede en Ricla, contribuye al aumento de la población en el medio rural».

Ignacio Gutiérrez, señaló que «gracias a la agricultura Ricla ha conseguido aumentar su población en 1.000 habitantes (llegando a los 3.000) en los últimos 10 años». El campo «genera trabajo y consigue asentar a la población», afirmó. «La feria sirve para poner en valor el principal patrimonio que tenemos en Ricla que no es otro más que la agricultura y, sobre todo, la cereza que destaca por su calidad gracias a la importante inversión en tecnología que están realizando los agricultores de la zona», dijo Gutiérrez.

Ante el pronóstico de lluvias del fin de semana, el consistorio tomó la decisión de trasladar la ubicación de los stand de la plaza de España al pabellón municipal, al igual que el resto de los actos programados. Durante el fin de semana se realizaron actividades infantiles, juegos tradicionales, talleres y el concurso de lanzamiento de hueso de cereza. Como colofón se ofreció revuelto de huevos y ajetes de Ricla y cerezas cubiertas de chocolate. T