Todo el pueblo de Salillas de Jalón se ha volcado con ilusión y ganas en la preparación de la recreación histórica para conmemorar el 700 aniversario del otorgamiento de la segunda Carta Puebla.

La primera Carta Puebla de la que se tiene noticia en Salillas data de 1143. En esa fecha la autoridad regia otorgó carta de población en la cual los dos tenientes del lugar, Ramón de Larbasa y García de Valencia (hermanos) establecían las condiciones de permanencia a ocho nuevos pobladores.

Posteriormente, en 1180, García de Valencia vendió Saliellas a la Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, convirtiéndose durante el siglo XIII, la Saliellas medieval en una importante Encomienda de la Orden hospitalaria, pero con el comienzo del siglo XIV será la familia infanzona López de Rueda la nueva propietaria de la villa, dejando se ser una Encomienda de Orden militar para convertirse en un Territorio de Señorío.

El 22 de mayo de 1319, festividad de Santa Quiteria, Martín López de Rueda y su esposa, Francisca Ximénez de Castellot, otorgaron carta de población ante el notario de Alagón, Pedro Ximénez, a 21 familias moras para que viniesen a vivir y repoblar su recién adquirido Señorío de Saliellas.

Precisamente cuando se cumplen 700 años de aquel importante hecho, y coincidiendo con las fiestas de Santa Quiteria de este año, el ayuntamiento y la Comisión de Cultura han organizado los actos conmemorativos que tendrán su colofón final en la representación/recreación histórica el sábado, 18 de mayo. Partiendo de un texto escrito por Fernando Cobos Sancho, quien ha estudiado a fondo la historia de Salillas, se representan varios hechos ciertos y documentados ocurridos en Saliellas durante el siglo XIV. Durante casi 100 años la familia López de Rueda protagonizará los acontecimientos más importantes del pueblo, entre ellos la concesión de una nueva Carta Puebla en 1319 a 21 familias de moros, para que repoblasen Saliellas y trabajasen las tierras del señor, ya que tras la marcha de los monjes hospitalarios la economía y población de la villa habían quedado bastante diezmadas.

A principios de 1323 Martín López de Rueda tiene que marchar con las tropas del Rey de Aragón, Jaime II, a la conquista de Cerdeña, falleciendo en aquellas tierras y dejando viuda a su esposa Francisca y a dos hijos pequeños, García y Gastón. Doña Francisca pasa a ser la Señora de Saliellas y Casanueva, una finca cercana a Calatorao que contaba con diversas instalaciones agrícolas y ganaderas así como con varias familias que la habitaban, y reservada para el disfrute personal de la familia.

A la muerte de doña Francisca el señorío quedó dividido en dos mitades iguales: la parte correspondiente a Saliellas pasó a su hijo mayor don García y la parte correspondiente a Casanueva paso a su hijo menor don Gastón.

Muy poco después, en 1334, Gastón vendía a su hermano su parte de la herencia, que no era sino Casanueva con todas sus heredades y pertenencias, por la cantidad de 10.000 sueldos jaqueses. De esta manera se unificaba de nuevo el señorío en manos de García López de Rueda.

Posteriormente, en 1341, García López de Rueda, ante su mala situación económica, venderá el Señorío de Saliellas a su suegra, Elvira López de La Torre, Señora de Oliete, quien lejos de aceptar un papel secundario, tomará con mano firme las riendas del señorío.

En su testamento Elvira deja el señorío a uno de su hijos varones, quien inmediatamente lo pone en venta por 30.000 sueldos jaqueses, comprándolo, un hijo de Gastón López de Rueda, Martín, nieto de Martín y Francisca, que recuperará la posesión del Señorío para la familia, pero su pronto fallecimiento hará que sea su esposa, Inés Pérez de Embún, natural de La Almunia de Doña Godina, quien asuma las riendas del Señorío, caracterizándose su gobierno por un importante mecenazgo de las artes y la cultura.

Son estos hechos los que caracterizan la Saliellas medieval del siglo XIV, haber sido una villa que durante tres periodos casi consecutivos fue gobernada por mujeres: doña Francisca, doña Elvira y doña Inés.

GRAN ACOGIDA

La idea de recrear estos pasajes de la historia local ha recibido una gran acogida entre los vecinos de Salillas que literalmente se han lanzado a colaborar para que este sea un gran acontecimiento. Llama la atención la gran ilusión de la gente en preparar trajes, ornamentos para las calles, participar como actores o figurantes, etc.

Desde el ayuntamiento y la Comisión de Cultura se insiste en dos aspectos de gran trascendencia que no pueden dejarse pasar desapercibidos: en primer lugar destacar que en el siglo XIV, en plena Reconquista de los territorios musulmanes por parte de los Reinos Cristianos, y cuando las repoblaciones se trataban de hacer con ‘pobladores cristianos’, en Saliellas se da carta de población a familias de ‘moros’, lo que se interpreta hoy en día como un claro ejemplo de integración y conciliación. En segundo lugar, cuando asistimos a un momento de claro empoderamiento de las mujeres en nuestra sociedad, se destaca la importancia de que en Saliellas fueron tres mujeres las que ostentaron consecutivamente el poder, convirtiéndose en un caso verdaderamente insólito en la España medieval, un siglo en el que aquí prácticamente sólo mandaron mujeres.

Como dice doña Inés al finalizar la obra, «la igualdad entre hombres y mujeres llegará algún día, y Salillas, desde el siglo XIV, ya va marcando el camino…». T