Del 6 al 9 de junio, Épila ha vivido sus fiestas de primavera que, al fin, y después de varios años de mal tiempo, han contado con una climatología de lo más favorable que ha propiaciado una gran participación en todos los actos, tal y como señala la edil de festejos epilense, María Sierra. "Gracias al tiempo, todos los actos han estado repletos de gente. La Sala Multiusos se llenó durante las sesiones de orquesta y disco móvil, al igual que las sesiones de vaquillas, las actuaciones infantiles, el concierto de la banda de música o la ofrenda flores", precisa. Y, como colofón, este año se presentó el nuevo gigante que formará parte de la comparsa y que está dedicado al Conde Aranda.

Por todo ello, desde la Consejería de Festejos están "muy contentos y el resultado es muy positivo". Y es que "aunque no son muy buenas fechas porque hay mucha gente joven preparando los exámenes de selectividad y finales, ha habido un gran ambiente y mucha animación que hace pensar que también va quedando atrás lo peor de la crisis", apunta Sierra.