El primer domingo de mayo, como cada año, se celebró la tradicional romería organizada por la Cofradía de la Virgen del Rosario de Salillas de Jalón al Santuario de Rodanas.

Como es tradición se salió en procesión a las ocho de la mañana de la Iglesia de Salillas y en el puente de la vía se despidió a los romeros y a la Virgen del Rosario. Quedaban aproximadamente 14 kilometros a pie hasta el Santuario de Rodanas. El día amaneció soleado y con el viento en calma tras unos días de cierzo intenso, lo que hizo que fueran numerosos los salillenses que se animaron a participar en este acto popular y religioso.

Hacia las nueve de la mañana los romeros hicieron un alto en el camino en el paraje de La Balsa para reponer fuerzas con el almuerzo a base de huevos fritos con chorizo y longaniza preparados por la junta de la Cofradía de la Virgen del Rosario. Tras el almuerzo quedaba la parte más dura del recorrido, la subida hasta Rodanas por el camino de las minas.

A las doce y media de la mañana se celebró la eucaristía, muy participada y animada. Fueron muy emotivas las jotas cantadas al principio y final por Anabel González y Manuel Martínez, respectivamente. A la salida de misa se repartieron las 'torticas' bendecidas.

Ya por la tarde tuvo lugar en la iglesia de Rodanas el rezo del Rosario y, seguidamente, se comenzó el regreso a Salillas. Allí esperaban como cada año para recibir a la Virgen del Rosario las personas que bien por edad o por enfermedad no pueden subir a Rodanas.

El buen tiempo y la alta participación hicieron que un año más la romería del pueblo de Salillas de Jalón al Santuario de Rodanas se convirtiera en una exitosa jornada de hermandad, fiesta y devoción a la Virgen bajo las advocaciones del Rosario y de Rodanas.