La XV edición del Minarock volvió a demostrar que esta cita es mucho más que un festival de música. Se ha convertido en un festival artístico que, con el paso de los años, ha ido creciendo, evolucionando y abriéndose a nuevas artes además de la música, como la danza, la fotografía, el diseño gráfico, la imagen, el senderismo… para poder llegar a todos los públicos y, además con un fin solidario.

Y es que aunque la entrada a todos los actos es gratuita, se dispone de una urna donde el público puede hacer sus donativos que van cada año para una oenegé distinta que este año ha sido la Asociación Española contra el Cáncer. De hecho, todas las actividades culturales de Alpartir este año serán solidarias con esta causa.

Pero, además, este era una edición especial, se cumplía el 15 aniversario y se quería hacer un homenaje y rendir un tributo a todos aquellos que han formado parte del Minarock. De hecho, tras la proyección del musical La era del rock el jueves tarde, el viernes los actos comenzaron con la inauguración de la exposición Latidos de Rock and Roll, que recoge los carteles de todos los festivales a gran tamaño, y una proyección de fotografías con música de los distintos grupos que han pasado por el festival y que repasan la historia del Minarock.

Según explica la alcaldesa de Alpartir, Marta Gimeno, en esta proyección, que se pudo ver en pantalla grande, «se pudo ver la evolución de un festival pequeñito que nació de la Comisión de Cultura de la Comarca de Valdejalón y del Ayuntamiento de Alpartir y que ahora organiza CulturArte, que ha cumplido ya 15 años y por el que han pasado numerosos grupos de la comarca y aragoneses, en el que han colaborado muchas personas, voluntarios, trabajadores municipales, concejales… Fue muy emotivo ver a las personas que han formado parte de él y a las que hay que agradecer su trabajo para hacer del Minarock lo que es hoy».

Y si emotiva resultó la proyección de fotografías, también lo fue el concierto de Chema García y Esparatrapo en la plaza de la Iglesia.

Una actuación que se desarrolló en «un entorno cuidado, con un ambiente íntimo, especial, con iluminación de velas y sonido en acústico que permitió crear una conexión especial entre público y artistas», añade Gimeno. Pero, además, «para hacerlo más espectacular y sorprendente, se pudo disfrutar del videomapping elaborado por Malokoton Dreams Projet (Arturo Fuertes y Fernando Sota, vecinos de La Almunia), un auténtico espectáculo de luz y color que se proyectó sobre la fachada de la iglesia dejando al público con la boca abierta.

«Hacer un videomapping es un proyecto muy costoso en tiempo y económicamente y queremos agradecer a Arturo y Fernando que hayan querido hacer este regalo al festival, a Alpartir y a la comarca», destaca la alcaldesa, quien señala que este concierto en «el corazón de Alpartir» que se viene realizando desde hace tres años «ha servido también para volver a atraer al festival a otras generaciones y hacerlo más intergeneracional».

Ya el sábado, se llevó a cabo la marcha senderista de la Ruta de la Plata hasta la Mina Éxito, imagen y talismán del festival, donde se pudo disfrutar de un espectáculo a cargo de dos grandes de la danza, Manos pegajosas, del dúo Dos en paralaje. De regreso a Alpartir, en la replaceta de Obradores se ofreció un vermut musical con Crisálida Dúo.

Ya por la noche, la actividad se trasladó al escenario principal del festival, en las piscinas, donde Tako, Bone Breakers y Abraxas brindaron una magnífica noche de rock a los presentes. Una forma brillante de cerrar esta edición ‘remember’ del Minarock que ha vuelto a poner de manifiesto la magia de la música en directo. ¡Viva el rock and roll y por muchos más años! T