Más de 18.000 euros han costado al Ayuntamiento de Zaragoza las obras urgentes llevadas a cabo para garantizar la seguridad del aparthotel Expo situado en la avenida Ranillas. Solo de momento. El consistorio ha pasado ya la factura al Banco Espírito Santo, propietario del inmueble. El edificio, abandonado e inacabado, se ha deteriorado, lo que obligó ya en la pasada primavera a una actuación de urgencia por parte de los bomberos y a que la sociedad Zaragoza Desarrollo Expo pidiese a Urbanismo que actuase de oficio.

Este es un episodio más de una historia que se remonta incluso a antes de la Expo del 2008, muestra para la que estaba previsto que entrase en servicio este inmueble, ubicado en el Parque del Agua Luis Buñuel, y que nunca se llegó ni siquiera a concluir. Las obras dejaron el edificio ejecutado al 60% al quebrar la constructora y, desde entonces, han sido infructuosos los intentos de buscar nuevos dueños o usos al inmueble.

Ante la falta de respuesta de la entidad a los requerimientos municipales, ha tenido que ser el ayuntamiento el que asuma, de forma subsidiaria, el coste de reparación del edificio hasta que se le pase la factura. Y ascenderá a un total de 18.243,35 euros.

La última actuación que se llevó a cabo en el inmueble fue en 2011 con el cerramiento parcial de su fachada, a instancia del consistorio, para no dañar la imagen del recinto de Ranillas y del Parque del Agua. La falta de uso ha provocado que desde entonces su estado haya empeorado, y ya en la pasada primavera se tuvo que avisar a los bomberos por desprendimientos en la fachada.

Tras esta intervención, fruto de una llamada ciudadana, se dio aviso a Urbanismo. Una vez ejecutados los trabajos, el consistorio cobrará al dueño del inmueble esta cuantía. Este es el método habitual de actuación cuando los propietarios de los edificios incumplen con su obligación de realizar las obras requeridas.