Acaba de regresar de realizar la prueba atlética de autosuficiencia más dura del mundo, el Marathon des Sables, y cuando todavía está aterrizando ha recibido la feliz noticia de que ha sido elegido para recibir el premio Arrabal 2014. Es Andrés Montalvo, vecino de toda la vida del Arrabal, trabajador del Centro Cívico Estación del Norte e intrépido aventurero, que desde muy joven ya mostró su interés por los deportes de aventura en los que, reto a reto, ha ido superándose. Un estilo de vida que ya le hizo merecedor en diciembre de 2013 del reconocimiento de la Junta de Distrito de El Rabal al mérito deportivo.

"Hace ya unos años que me fijé el objetivo de correr la desértica más importante del continente y después la más importante del mundo. Por eso en 2012 hice la Isostar Desert Maratón por los Monegros, que entonces era la prueba europea más importante, y para 2013 quería hacer la Marathon des Sables pero falleció mi madre y decidí dejarlo para más adelante porque a estas pruebas hay que ir con la cabeza centrada", explica Montalvo. Y no es para menos, ya que la Marathon des Sables es una prueba de seis días y 240 km por el desierto del Sáhara en el que hay que realizar etapas de hasta 80 km con temperaturas superiores a los 50°C y además siendo autosuficiente, "porque la organización solo te da el agua", añade este deportista.

Pero este año, Andrés decidió que era el momento de enfrentarse a este reto y el resultado ha sido muy duro pero satisfactorio. Andrés Montalvo ha acabado en el puesto 114 entre más de 1.100 corredores llegados de 47 países. Además, ha sido el cuarto español clasificado y el único aragonés en esta dura prueba.

"Ni yo me esperaba acabar en esta posición", reconoce Montalvo, quien sin embargo recuerda que "los primeros días estaba en el top 100 de carrera pero decidí sacrificar clasificación para poder terminar prueba que era mi objetivo". Y es que, para hacerse una idea de la dureza de esta maratón, Andrés explica que solo el primer día ya se retiraron más de 30 personas y otras 300 entraron fuera de control aunque la organización tuvo que repescarlas para no quedarse sin corredores.

Ahora, aunque Andrés quiere tomarse un tiempo de descanso, ya piensa en dar el salto a las carreras por la selva. "Ya he hecho todas las pruebas desérticas y ahora me gustaría probar en la selva con una carrera de seis días en Costa Rica". Y antes de que acabe el año, en octubre, participará en una prueba de 100 km por la Sierra de Guara.

PREMIO INESPERADO

Pero antes de todo ello, Andrés Montalvo recibirá el 18 de mayo el Premio Arrabal 2014 en plenas fiestas del barrio. "Un premio que no me esperaba y que para mi es una pasada", asegura. "Yo soy nacido en el barrio, mis abuelos y padres eran del barrio. Yo he conocido los trenes de vapor entrando en la Estación del Norte y calles de tierra, y para mi este reconocimiento es lo más, porque la gente como yo no aspiramos a nada ni buscamos reconocimiento, pero se agradece ver que hay gente que te sigue y valora lo que haces", reconoce Montalvo.

Además, para dar a conocer su aventura y ese espíritu aventurero a la juventud zaragozana, Andrés ha traído una gran cantidad de material gráfico de esta experiencia con el que editará un video que, de la mano del Ayuntamiento de Zaragoza, posteriormente presentará ante los jóvenes en centros cívicos e institutos.