El Ayuntamiento de Zaragoza va dando pasos para que la segunda línea del tranvía, que conectará Delicias con Las Fuentes y San José y en una de sus variantes hasta Torrero, sea una realidad. Aunque de momento sobre el papel.

Por ello, aunque pueda parecer prematuro, la Asociación de Vecinos Tío Jorge Arrabal empieza a mostrar su preocupación por el recorrido de esta futura línea de tranvía, ya que, en su opinión, ataca el eje vertebral de la movilidad en transporte público de los vecinos del barrio, como es el tramo del Coso, entre plaza de España y plaza de San Miguel.

El temor de los vecinos viene fundado en el tratamiento que se hizo en el tramo del Coso utilizado por la línea 1 de tranvía, que ha quedado exclusivo para el tranvía, impidiendo el tráfico de cualquier otro tipo de vehículo.

Y es que, si el tramo del Coso entre plaza España y plaza San Miguel quedase de uso exclusivo para el tranvía, hipotecaría totalmente la movilidad de los vecinos del Arrabal obligándoles a realizar grandes rodeos para desplazamientos simples, ya que, a juicio de la entidad vecinal, "no existen alternativas razonables, en este supuesto para el transporte público".

Esta situación obligaría a que tanto las calles Don Jaime como San Vicente de Paúl, e incluso el tramo del llamado Coso Bajo quedasen en fondo de saco, totalmente inutilizadas para el transporte público, "ocasionando graves e imperdonables trastornos en la movilidad del barrio del Arrabal", afirma Tejedor, presidente de la asociación vecinal del Arrabal.

Así, el máximo representante de la entidad vecinal puntualiza que "no nos oponemos a la línea 2 del tranvía, siempre y cuando su recorrido garantice la movilidad del barrio en iguales condiciones a las existentes en la actualidad", por lo que apuesta "por la circulación del transporte público --buses y taxis-- como mínimo" por el tramo del Coso afectado. "Todo lo que no pase por garantizar el uso de esta vía, estamos en contra", apostilla Rafael Tejedor.

Estando en estudio el anteproyecto de esta línea de tranvía es el momento de atender las reivindicaciones de este barrio, ya que, como afirma Tejedor, "no se debe hablar de estructuras fijas, como las vías del tranvía, sin que se diga cómo quedará la movilidad en el resto de la ciudad, como sucedió con la línea 1 donde se improvisó y se antepuso el proyecto del tranvía a la movilidad de los entornos afectados".