El 9 de julio, con motivo del 201 aniversario del Bicentenario de la Liberación de Zaragoza en Los Sitios de Zaragoza, se realizaron unos sencillos actos de recuerdo que rindieron homenaje a este episodio histórico y que sirvieron, una vez más, de reivindicación de los monumentos conmemorativos que se deberían haber realizado como símbolo del bicentenario de Los Sitios, como los que se hicieron con motivo del centenario. De hecho, como legado de la conmemoración del bicentenario de Los Sitios solo quedará el peirón conmemorativo levantado por los vecinos y las entidades ciudadanas miembros de la coordinadora el pasado año y que en estas fechas cumple un año.

Por ello desde la Asociación de Vecinos Tío Jorge Arrabal, la Asociación Voluntarios de Aragón, La Asociación Cultural Los Sitios de Zaragoza y la Asociación Cultural Royo del Rabal, junto a Iberflumen, la Parroquia de Altabás y ANUE realizaron unos sencillos actos por el Arrabal, que recordaron los hechos acaecidos hace 201 un años, a los pies del peirón conmemorativo de la voladura del puente de Piedra y la liberación de Zaragoza, en el barrio del Arrabal, y pusieron de manifiesto sus propuestas de monumento sobre el fosal que alberga los restos de más de 10.000 zaragozanos que dieron su vida en la defensa de la ciudad en Los Sitios de Zaragoza, y que se encuentra ubicado sobre el parque de Macanaz.

Exigieron que este monumento, "imprescindible para la memoria histórica de los zaragozanos y que precisa de ese empujón definitivo que haga realidad su existencia", según explican, "dote de contenido histórico a este espacio natural y sea un nuevo referente turístico, histórico y cultural de la Zaragoza del siglo XXI, que sirva de ejemplo de la situación de crisis que sufrimos, ya que de la misma forma que hace dos siglos los zaragozanos supieron salir de la miseria y la destrucción de Los Sitios, hoy nosotros también seremos capaces de emularlos superando esta situación y colocando a Zaragoza en la vanguardia de la prosperidad y el progreso". Los actos, que se desarrollaron con gran éxito de público, comenzaron con un concierto lírico a cargo de Luis Romero en el Palacio de Sástago, que se quedó pequeño para acoger a todas las personas interesadas, donde con la maestría de su voz y los temas seleccionados brindaron un magnífico aperitivo musical a los actos que posteriormente se desarrollaron

De forma concatenada se fueron desarrollando el resto de actos comenzando por una quedada de corredores por la paz, una forma de unir deporte, historia y simbología, ofreciendo un recorrido atlético a lo largo de la ribera del Ebro hasta el peirón, simbolizando que Zaragoza es ciudad de paz y que el deporte es el mejor embajador para ensalzarlo y recordar episodios históricos, como el de Los Sitios, como ejemplo de las consecuencias devastadoras de las acciones bélicas en una ciudad.

RAÍCES ARAGONESAS

Ya en el peirón se sucedieron el resto de actos sencillos que conmemoraron el 201 aniversario de la liberación de Zaragoza en Los Sitios. Y que mejor manera de empezarlos que con una muestra de jotas, canto, baile y rondalla a cargo del Grupo Folclórico Royo del Rabal, poniendo una nota de color y ritmo aragonés en el lugar donde se ubicaba el primitivo templo de Altabás derruido en la voladura del puente de Piedra en 1813, como consecuencia de la onda expansiva.

Prosiguieron los actos tomando la palabra Rafael Tejedor, presidente de la Asociación de Vecinos Tío Jorge Arrabal, recordando lo hasta aquí expuesto de forma reivindicativa de la necesidad de perpetuar el recuerdo en forma de monumento y de agradecimiento al esfuerzo vecinal del proceso participativo llevado a cabo en la construcción del peirón hace un año. Tomó la palabra a continuación Gonzalo Aguado, presidente de la Asociación Cultural Los Sitios de Zaragoza, narrando los hechos históricos acontecidos hace 201 años.

El punto final del acto lo puso la sección de dance del Royo del Rabal con una muestra de dances y bailes populares aragoneses, como símbolo de expresión de la cultura popular aragonesa, invitando a participar en los mismos a los asistentes, convirtiendo el acto en una fiesta histórica que profundiza en nuestras raíces y esencias aragonesas.

Y como colofón, rememorando la voladura del puente del Piedra, se procedió al encendido de bengalas como recuerdo sencillo e ilustrativo de los hechos sucedidos en un lejano 9 de julio de 1813. "El recuerdo a nuestra historia es el espejo en el que debemos mirarnos, para honrar la memoria de los que la protagonizaron y aprender de su experiencia para lograr una convivencia pacífica entre iguales", comentó Gonzalo Aguado, poniendo fin a los actos.