El Ayuntamiento de San Mateo ha vuelto a ganar la batalla a la parroquia sanmateana sobre la titularidad de la ermita de Santa Engracia, que se localiza muy próxima al casco urbano del municipio. Hace unos meses, concretamente en julio de 2013, se celebró un juicio al que comparecieron la máxima responsable del Ayuntamiento de San Mateo, Teresa Solanas, y el que fuera su antecesor en el consistorio, Jesús Villagrasa. Tras el mismo, se dictó una sentencia en la que quedó claro que el consistorio "tenía la razón", dice Solanas, y que se obligaba a la parroquia a costear los gastos del proceso. Si bien, la parroquia interpuso apelación a este fallo, "que ahora se ha desestimado, volviéndose a cargar las costas del proceso a la parroquia sanmateana", dice Solanas.

Ahora, la parroquia tiene la posibilidad de presentar recurso de casación por interés casacional en el plazo de veinte días. Se trata de un recurso extraordinario que tiene por objeto anular una sentencia judicial que contiene una incorrecta interpretación o aplicación de la ley o que ha sido dictada en un procedimiento que no ha cumplido las solemnidades legales. En el caso sanmateano, está justificado "que recurran porque consideren que la sentencia de la Audiencia provincial es contraria a la jurisprudencia del Tribunal Supremo o de las Audiencias Provinciales", indica la alcaldesa sanmateana.

El proceso comenzó porque la parroquia reclamaba la titularidad de la ermita, que en todo momento desde el consistorio de San Mateo "se ha defendido que es nuestra", afirma la primer edil, ya que "que el consistorio lleva más de dos siglos haciéndose cargo del mantenimiento del inmueble", que se enclava en una zona "muy visitada por los vecinos, al ser un lugar en el que se mantienen vivas muchas tradiciones de la localidad, como la colocación de los mayos", apunta la edil. Sin embargo, y dado que el edificio alberga algunas celebraciones religiosas, "la parroquia argumentaba que era suya, cuando en los inventarios de bienes municipales, desde al menos 1955, está atestiguado que es el consistorio el que se hace cargo", dice Solanas.

Así, obrando en consecuencia "las tareas de mantenimiento, incluso de reconstrucción en el año 1960, corrieron por cuenta del ayuntamiento", puntualiza la alcaldesa. Además, el templo "está construido sobre suelo municipal", precisa la edil, algo que en ningún momento puso en duda la parroquia de San Mateo Apóstol de la localidad.

Sin embargo, sí argumentaba que era de su propiedad, dado que la Ley de 1960 (artículo 4), "reconocía a la iglesia como propietaria de todos los bienes que fueron devueltos por el Concordato, estableciendo la posibilidad de permutar aquellos que estaban muy deteriorados, en aras de compensar el daño causado por la desamortización", recoge la sentencia. Sin embargo, el consistorio demostró que "no existe ningún documento que acredite que la ermita fuese devuelta a la parroquia sanmateana", apunta la sentencia, pero sí que existe numerosa documentación que justifica que el templo ha sido reconstruido y mantenido por el Ayuntamiento de San Mateo desde hace mucho tiempo. Por su parte, la parroquia "simplemente se ha limitado a ejercer actos de culto católico, de forma puntual, por ser los únicos que pueden realizarlos", indica la alcaldesa.

OTROS BIENES

Dentro de esta ermita, de aspecto modesto, pero enclavaba en un entorno privilegiado, se albergaban dos piezas de gran valor: una escultura en alabastro de la santa que da nombre al templo y un fragmento de retablo que se atribuyen a Damián Forment. Desde el consistorio creen que el Arzobispado lo que busca "es recuperar estas piezas, que ahora se guardan con celo en la parroquia de San Mateo", argumentan fuentes municipales.

Así, están en el pueblo desde el año 2000, tras haber pasado décadas en las dependencias del Museo Provincial de Zaragoza, adonde se trasladaron por motivos de seguridad. Además, Teresa Solanas manifiesta que ambas piezas, la escultura (una obra de 200 kilos) y el fragmento de retablo figuran en el inventario municipal desde hace tiempo.