El consistorio de Ontinar luce desde hace quince días un aspecto renovado después de que se han efectuado diversos trabajos en el interior del edificio. Concretamente, se ha pintado todo el interior de dos colores, azul, para el patio, y naranja, para el resto de la construcción.

Además, en la entrada se han instalado nuevos suelos de baldosa rústica, y un nuevo alicatado en las paredes con baldosín aragonés.

La elección de estos materiales se debe a que " creemos que es una cosa bonita y tradicional, muy adecuada para este edificio", apunta Santiago Azón, alcalde de Ontinar.

Las obras se han prolongado durante un mes y han sido efectuadas por una constructora del municipio. Las labores de pintura han corrido a cargo de la brigada municipal.

El presupuesto de esta intervención ha sido de 2.500 euros, sufragados íntegramente por el ayuntamiento.