La Diputación de Zaragoza ha encargado la realización de un estudio para conocer la situación actual de las bibliotecas municipales de la provincia y establecer así un mapa de lectura que recoja las necesidades y el tipo de servicio necesario para cada población.

La función de una biblioteca municipal es ser foco de cultura para todos sus habitantes y, en los últimos tiempos, facilitar a los usuarios el acceso a la sociedad de la información. Por ello, a partir de la auditoría realizada, se personalizarán más los servicios prestados, teniendo en cuenta que en la actualidad no se evalúa la eficacia de una biblioteca en función del número de libros disponibles, sino de su impacto en la vida social.

El informe realizado revela que de 282 municipios de la provincia estudiados el 63,2% de las bibliotecas dan servicio con regularidad; el 5,12% tienen más de un 50% de sus habitantes como socios; el 11,1% consideran socios a todo el pueblo, por lo que resulta difícil saber cuáles son realmente los usuarios, y el 21,3% bibliotecas tiene menos del 20% de sus habitantes como socios, dato que revela la necesidad de poner en marcha un plan de animación y dinamización.

Las directrices de la IFLA-Unesco dicen que "el número de obras no debe ser menor a 2.500 obras". En base a esto, en Zaragoza, el 66,6% de las bibliotecas superan esta cifra. Además, el 56,4% de las bibliotecas están por encima del 2,5 libros por persona.

Ante estas conclusiones, el diputado delegado de Archivo y Biblioteca, Antonio Nuño, explica que la DPZ seguirá colaborando en cubrir las necesidades de material informático y asesorar al personal bibliotecario, sin abandonar necesidades como disponer de volúmenes escritos en otras lenguas para la población inmigrante.

Las conclusiones del estudio se editarán en un CD con fotografías y audiovisuales de los centros estudiados.