Jesús Val, de San Mateo de Gállego, es desde el año 2010 director de la Estación Experimental de Aula Dei (EEAD), un instituto que dependen del área de Ciencias Agrarias del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC),organismo público de investigación del Ministerio de Economía y Competitividad. Dicha estación, fundada en el año 1944, "es el germen del Campus Aula Dei. De hecho, la torre que preside los edificio se construyó para este fin en el año 1952", precisa. Dicho campus es un espacio único dedicado a la enseñanza y difusión de las ciencias agrarias y medioambientales. Antes de ser el director de este espacio, Jesús Val fue vicedirector del mismo de los años 2007 a 2010, puesto al que accedió avalado por su experiencia y por la posesión de su plaza de investigador, que consiguió en el año 1991, integrada en el departamento de Nutrición Vegetal.

Este sanmateano, doctor en Química por la Universidad de Zaragoza, posee una amplia experiencia que le ha llevado por medio mundo. Por ejemplo, durante dos años siguió su formación en la Universidad de Essex. Ahora, gracias a su cargo está presente en foros, conferencias y proyectos. Por ejemplo, es el asesor del delegado institucional del CSIC en el futuro Parque Tecnológico que se ubicará en San Mateo de Gállego, su municipio, al que le une no solo la vinculación familiar, sino la admiración a sus monumentos y rincones. "La zona del barranco cercano a la iglesia es uno de los que más me gusta del pueblo", reconoce el investigador.

Aunque no acude a la localidad todo lo que le gustaría, en su memoria siempre conserva un pedazo de ella. La próximidad que le brinda su espacio laboral, situado en la carretera de Montañana, hace que "esté un poco más cerca de mi pueblo", reconoce. Ahí, junto a 38 profesionales más, de los 140 que tiene todo el Campus de Aula Dei, trabaja codo con codo en temas de "investigación básica aplicada a la agricultura y, muy especialmente, a temas de medioambiente. No se podría entender la actual agricultura sin el medioambiente", precisa.

En cuanto a esta actividad, Jesús Val reconoce que "la agricultura está ayudando a salir de la crisis, a pesar de ser un sector que no obtiene demasiados beneficios". Parte de este secreto puede deberse a que gracias a las investigaciones realizadas se optimizan más los recursos y se ofrece una mayor calidad de los productos. La EEAD ayuda a lo anteriormente mencionado, puesto que "aportamos al sector agrícola materiales y tecnologías para aumentar su competitividad y sostenibilidad, partiendo del conocimiento de los procesos implicados en la producción vegetal", especifica el experto.

INVESTIGACIÓN

Para poder desarrollar estos conocimientos, desde la EEAD se obtienen, mediante concurso, ayudas públicas para cada proyecto en concreto. "Hemos conseguido este año cinco ayudas del plan nacional, es un número muy elevado, lo que representa un éxito para la estación". Si bien, hay ocasiones en que la burocracia y los plazos imposibilitan el desarrollo de algunas iniciativas. Es lo que les ha pasado con una ayuda del Gobierno de Aragón para impulsar un estudio práctico sobre el melocotón en la DO de Calanda. En el mismo estaban implicados los 14 productores de la zona, se habían tomado muestras y los agricultores estaban ayudando, pero "el plazo de justificación de las ayudas expiró el 30 de junio, algo impensable cuando se trata de un producto que es de recolección tardía, sobre septiembre", apunta Jesús Val. Este tipo de cosas "ponen en riesgo los proyectos", puntualiza.

Otros campos en los que se investiga en el EEAD tienen que ver con la obtención y desarrollo de materiales vegetales adaptados a las zonas templadas semi-áridas, entre ellas, en Aula Dei hay un grupo puntero en predicción de sequías; el conocimiento y optimización de los procesos fundamentales de las plantas y el desarrollo de sistemas para una agricultura acorde con las buenas prácticas medioambientales. Para ello se estudian aspectos como la genética. "Hace unos años, una de nuestras investigadoras, María Herrero, consiguió identificar un gen que determina la presencia o ausencia de pepitas en una chirimoya y consiguió obtenerla sin ellas. Fue un éxito. Su artículo salió publicado en la prestigiosa revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS) y se hizo tremendamente popular en Estados Unidos", apunta Jesús Val, quien es un experto en "investigaciones sobre el metabolismo del calcio en frutales", indica. Este elemento es importante, ya que ocasiona manchas en manzanas, tomates, etc.", dice.

Todos estos conocimientos se traspasan luego al mundo real. "Contamos con una técnico de transferencia del conocimiento, que también es de San Mateo, Ana Mª Mata", dice Jesús Val. Ella se encarga de "establecer acuerdos, contratos de asistencia, elaboración de convenios y publicitar nuestra cartera de investigaciones y tecnología al sector", comenta el director de la estación. Una labor que se vincula con la del propio Parque Científico Tecnológico de Aula Dei, "que nació para transferir estos conocimientos al ámbito agroalimentario, asesorando a los profesionales del sector, a pequeña escala", especifica. Además, y para que su trabajo cale desde edades tempranas, "se llevan a cabo múltiples actividades de difusión científica con escolares", dice. El objetivo: "implicarles en nuestro trabajo y difundir la ciencia en general", concluye Val.