Por las manos de Fernando Malo han pasado cientos de kilos de arcilla y barro, un material que este artista sanmateano modela con mimo y cuidado, cual paciente alfarero. Un dúctil elemento que adopta caprichosas formas tras pasar por el torno, que maneja magistralmente desde hace 25 años. Un proceso totalmente artesanal que permite al ceramista crear caprichosas formas decorativas, desde cuidados jarrones y bandejas, pasando por juegos de café y té, hasta modernas esculturas en las que combina formas del universo vegetal, aunque reinterpretadas bajo la perspectiva de este profesional. Concretamente, éstas últimas creaciones, según él propio artista, "son las que más me gusta hacer, porque me permite expresar mi concepto del arte, mis inquietudes y deseos".

Cuando Fernando Malo comenzó sus estudios de cerámica no imaginó que dedicaría su vida a esta actividad. Ahora, cumple sus bodas de plata en esta profesión. Por ello, el ayuntamiento de San Mateo ha organizado un pequeño homenaje a este artista, para dar a conocer una muestra de los trabajos que ha ido realizando a lo largo de su carrera. La exposición podrá visitarse en la Sala de Exposiciones sanmateana en el mes de agosto.

Para Fernando Malo, su vida de artista es "totalmente apasionante, ya que estoy entusiasmado con lo que hago, puesto que es un trabajo en el que, día a día, aprendo cosas nuevas. Muchas de ellas a base de cometer errores. Por ejemplo, con el horno tengo más de una sorpresa, ya que la cocción de las piezas es todo un secreto. Hasta que no salen no se cómo han quedado. Lo mismo me pasa con los colores que aplico".

En cuanto a su profesión, el sanmateano explica que "estoy orgulloso, puesto que es muy difícil poder vivir del arte en estos tiempos". Una particularidad que consigue puesto que "he abierto mi mente y he diversificado mis obras, así no sólo hago piezas exclusivas, sino que, además, me dedico a la restauración de elementos cerámicos y también a la realización de murales. Son otras vertientes de mi carrera profesional". Así, Fernando Malo ha sido autor de los azulejos empleados en la rehabilitación de la torre de La Seo y también de los de Utebo; ha efectuado murales para edificios como el Trovador, en Zaragoza.

Toda una serie de piezas que el ceramista elabora a partir de materiales naturales que luego pinta con colores "de la tierra, aquellos que llevan óxido de hierro y cobre. Aunque, últimamente me gustan muchos los tonos que denomino mudéjares (azules, verdes y blancos), puesto que me recuerdan a San Mateo, un municipio que ya considero como mío propio, a pesar de no ser natural de aquí, y también los anaranjados y amarillos, que utilizo en mis obras más personales", explica.

NURIA ASIN