Las obras ejecutadas en los ábsides de la iglesia de San Pedro de Zuera continúan a buen ritmo. Los trabajos, que comenzaron en noviembre, se están efectuando en distintas fases para perjudicar en menor medida a estos elementos que sirven como cierre de la construcción y que, además, por su tipología y motivos decorativos son unos de los más significativos del templo zufariense.

La intervención, acometida a instancias del ayuntamiento de Zuera, está justificada por el grave estado que presentaban los muros de los mismos, efectuados en piedra sillar. La restauración comprende varios aspectos, primero limpieza y consolidación de la cara exterior y la interior del ábside central, oculto tras el retablo mayor del templo, para actuar luego en los elementos laterales. El coste de los trabajos ascienden a 83.244 euros y han sido financiados en un 60% por la Diputación Provincial de Zaragoza, en un 20 % por la Diócesis y en otro 20 % por el consistorio zufariense.

La Iglesia parroquial de San Pedro constituye el conjunto histórico, artístico, cultural y religioso de mayor antigüedad de la Villa de Zuera. Desde el punto de vista urbanístico hay que señalar el interés de su implantación en la estructura urbana, por situarse en uno de los pocos ensanchamientos, plazas, existentes en la apretada estructura medieval del casco antiguo, y de allí el interés por la recuperación de sus elementos más significativos, como son los ábsides. De ellos, el central es de gran belleza, puesto que se articula mediante un arco de medio punto, típico de las construcciones del medioevo. Además, de éste hay que señalar que, con las obras, se han descubierto unas inscripciones y una especie de grafittis realizados en los muros con un objeto punzante. Unos signos que se están estudiando, para situarlos en la época de construcción del ábside -pueden ser las marcas del cantero- o se han hecho después.