Fermín Rubio, el director del colegio Odón de Buen de Zuera, se jubila después de 40 años de servicio, de ellos, 24 años han transcurrido en el centro zufariense, donde además de enseñar también ha desempeñado los cargos de secretario, jefe de estudios, y director, un puesto que ocupa desde hace 8 años en el que "me he sentido muy a gusto, si bien prefiero dar clases a los niños porque odio el papeleo", explica el docente. Este largo periodo de tiempo se ha visto ahora recompensado con un emotivo homenaje, que tuvo lugar el 27 de junio, organizado por el APA del centro educativo en colaboración con el Ayuntamiento de Zuera, al que asistieron, entre otros el alcalde zufariense, Javier Puyuelo. De este acto el profesor destaca "la profunda emoción que sentí, que me impidió hablar, por lo que no pude agradecer en ese momento la asistencia de todos los que acudieron, aprovecho para hacerlo ahora".

Fermín Rubio llegó a Zuera en el año 1980, en compañía de su familia, con quienes se quedó a residir en la localidad durante diez años. Comenzó impartiendo clases de lengua y francés, aunque "me ha tocado de todo, así, también he dado conocimiento del medio y matemáticas, una ciencia en la que he descubierto mi verdadera pasión, además de ser una asignatura muy fácil de explicar y también de corregir", dice el profesor.

En sus horas de clases Fermín Rubio ha vivido muchas anécdotas, "casi tantas como alumnos han pasado por mis aulas, alrededor de mil", apunta el homenajeado. Aunque, de todas ellas destaca "las vividas en las excursiones al monte, ya que soy un enamorado de la naturaleza y siempre que he podido he sacado a los escolares de las aulas. Es donde más se aprende".

De sus años al frente del colegio Odón de Buen, Fermín Rubio afirmar tener "un balance muy positivo, ya que elegí esta profesión por vocación --aunque influido por mi padre que también era docente-- y he podido realizarme tanto como persona como profesor en Zuera",.explica Rubio, quien también comenta en estos años "he conseguido muchos amigos en esta localidad en la que me siento como en casa".

En cuanto a sus años de enseñanza, Fermín Rubio afirma "a pesar de las reformas efectuadas en el sistema el espíritu pedagógico no ha cambiado en nada. Quizá lo que si ha permutado han sido los procedimientos y, sobre todo, la actitud de los alumnos con respecto al profesor, ya que los chicos nos ven como a un igual, cosa que es buena en el terreno personal, pero no así en el educativo".

NURIA ASIN