La consejera de Educación, Cultura y Deporte, Mayte Pérez, visitó a mediados de enero el yacimiento arqueológico de La Malena en Azuara, que se encuentra inmerso en un plan de conservación. La consejera recorrió el espacio monumental junto al alcalde de Azuara, Joaquín Alconchel, y al director general de Cultura y Patrimonio, Nacho Escuín.

Esta villa romana, que data de los siglos III-IV y está declarada Bien de Interés Cultural, se caracteriza por sus impresionantes mosaicos, a cuya protección se han destinado los esfuerzos del Departamento en estos años con una inversión que supera los 300.000 euros.

Hace dos años se redactó un plan director de La Malena que marcó las líneas de trabajo y las actuaciones a llevar a cabo en los siguientes ejercicios, incidiendo en la parte suroeste como la primera en la que actuar. En este texto, se especifican las intervenciones de restauración que se deben realizar antes de cualquier actuación arquitectónica, con el fin de consolidar y preparar las estructuras originales conservadas para poder recibir la estructura que vendrá sobrepuesta.

En ese mismo año, empezaron los primeros trabajos, que consistieron en el cubrimiento de la estancia 26, donde descansa un extraordinario mosaico. Entonces, comenzó la reconstrucción volumétrica de la cubierta, cuya estructura está ejecutada con pilares de acero, vigas y correas con madera. Además, se llevaron a cabo labores de mantenimiento y limpieza en el yacimiento en colaboración con el Ayuntamiento de Azuara y con los vecinos.

PROTECCIÓN DEL YACIMIENTO

Durante el pasado año, se invirtieron más de 200.000 euros en continuar estos trabajos de protección del yacimiento, que incluyeron la consolidación de los restos de muros de mampostería con el seguimiento arqueológico de los trabajos, entre otras actuaciones. Además, se inició la segunda fase de cerramiento, prolongando la cubierta ya realizada en 2017 hacia las alas sur y oeste, y protegiendo las estancias 26, 5 y 7 para que se pueda proceder, en sucesivas actuaciones, a la restauración del mosaico que contiene la sala 26. A partir de este año, comenzará la tercera fase de este cerramiento, un sistema de cubierta y cerramiento lateral que garantiza la protección del yacimiento excavado, permitiendo la restauración de los restos arqueológicos in situ. Se trata de un planteamiento innovador, una solución singular que pocas veces se ha llevado a cabo, ya que en los ejemplos realizados la protección se suele limitar a la cubierta del yacimiento sin cerramientos laterales.

El objetivo que se persigue es que al final de todo el proceso se tenga una visión precisa de cómo sería la villa romana, se conserven y visiten adecuadamente los mosaicos y que todas las obras que se vayan realizando tengan carácter definitivo. T