Desde el inicio de la crisis por el covid-19, una de las principales preocupaciones del Ayuntamiento de Valmadrid ha siso la seguridad y el bienestar de su población y, especialmente, de los usuarios de la Residencia de Mayores de la localidad, la Edad Brillante. Por eso, tal y como explica el alcalde, Alfredo López, «desde el primer momento nos pusimos en contacto con su director, Joaquín, y les hicimos llegar todo lo que necesitaban con urgencia: guantes, monos, mascarillas, pantallas, geles… y se hizo una desinfección en los exteriores con ozono con una empresa especializada». Además, también se ha dejado a la residencia una sulfatadora y se les ha dado productos desinfectantes para que puedan realizar la desinfección del interior del centro.

Y, a nivel general de todos los vecinos, hace semanas el ayuntamiento distribuyó entre la población unas mascarillas que llegaron desde la comarca y para los días 11 o 12 de junio está previsto un nuevo reparto de dos o tres mascarillas por vecino. Mientras, el alguacil sigue con la desinfección de la localidad dos días a la semana, prestando especial atención en los contenedores y equipamientos más frecuentados,

Unos esfuerzos que han dado sus frutos ya que hasta la fecha no se conoce ningún contagio en la localidad, precisa el regidor.

Como en el resto de municipios, Valmadrid ha suspendido sus fiestas y desde el ayuntamiento reconocen que va a ser muy difícil poder abrir la piscina este verano con todas las garantías de seguridad. «Se han fijado unos protocolos muy estrictos que son difíciles de asumir para un pueblo pequeño y con un presupuesto reducido como Valmadrid. Nos han puesto en un dilema a los ayuntamientos pequeños pero creemos, aunque nos duela tomar esa decisión, que abrir las piscinas es un riesgo innecesario y evitable», precisa López. T