Salir del trabajo el viernes y que el lunes, cuando hay que retomarlo, absolutamente todo sea diferente… Fue una auténtica locura que, seguro, muchos vivimos entre el 13 y el 16 de marzo.

Ante las nuevas circunstancias y siguiendo las instrucciones del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón, del CPEPA de Fuentes de Ebro y de la Comarca Campo de Belchite, desde el minuto uno nos pusimos a pensar qué podíamos hacer en nuestra aula para continuar con la actividad de alguna manera.

Porque teníamos una cosa muy clara; esto no eran unas vacaciones. El aula debía seguir abierta para el alumnado y continuar la actividad. Quedarse en casa no tenía por qué significar paralización y aburrimiento. Parte del alumnado sigue cursos tendentes a una titulación y debían poder conseguirla. Otras personas participan en cursos de promoción y extensión educativa, no les proporcionan un título oficial pero sí formación, enriquecimiento cultural, social y personal, distracción….

Así que no quedaba otra, había que reinventarse para seguir desarrollando nuestros proyectos educativos y actividades.

El repentino cambio al teletrabajo fue difícil y duro para todos. Qué deciros de idear, diseñar y hacer clases por medios que nunca habíamos utilizado... Sin embargo, el mismo lunes 16 de marzo, después de un fin de semana más que intenso de dar vueltas a la cabeza ya comenzamos las clases por WhatsApp. Fue la primera experiencia.

Y de esta forma, de un día para otro, nuestra manera de desarrollar las clases cambió sustancialmente. Pudimos vencer las dificultades recurriendo a diferentes herramientas tecnológicas: WhatsApp, correo electrónico, videoconferencias, la web del centro... En el horario habitual de cada grupo interactuamos con el alumnado por estas vías, les proponemos tareas, actividades, retos....

Para conseguirlo ha sido muy importante la coordinación de todo el claustro de profesorado de Aulas de Educación de Personas Adultas adscritas al Centro Público de Fuentes de Ebro. Nos hemos reunido prácticamente todas las semana (reuniones telemáticas, claro) y todo el mundo se volcó en que las actividades propuestas para todas las enseñanzas estuvieran semanalmente en la web del centro (http://cpepafuentesdeebro.catedu.es/) a disposición del alumnado. Pero también ha habido una implicación máxima en llevar a cabo propuestas más especiales y que pensábamos podían ser lúdicas y atractivas para nuestra gente: un vídeo de los profes dando ánimos, la elaboración de una playlist con la música sugerida por todo el alumnado, la celebración del Día del Libro, etc.

Sin embargo, la realidad es que no todo el mundo se maneja bien con estas tecnologías o no tiene acceso a ellas; especialmente las personas más mayores o de grupos de Formación Inicial. En nuestros planes no estuvo nunca olvidarnos de ellos. Por eso, hemos buscado los medios más variopintos para hacerles llegar las actividades: enviándolas a sus hijos, familia, vecinos… o remitiéndoles a la web para que pudieran imprimírselas y dárselas. Cuando esto no era tampoco posible, hemos mantenido con ellos un contacto telefónico relativamente fluido. Porque queríamos transmitirles nuestra presencia «cerca» y apoyo estos días tan peculiares.

Por supuesto, se ha dedicado una atención especial a que quienes estaban matriculados en enseñanzas conducentes a titulación (Graduado en Secundaria, Mentor, Acceso a Grados…) tuviesen apoyo y contasen en todo momento con la información necesaria para la continuación y evaluación de su formación. De hecho, en la última semana de mayo y primera de junio, se han realizado los exámenes de ESPAD y Mentor. Lógicamente han sido online. Un nuevo hándicap para todos, pero unos cuantos alumnos y alumnas se han presentado y esperamos que sus resultados sean positivos.

EXPERIENCIA GRATIFICANTE

En resumen, el repentino cambio al teletrabajo fue difícil y duro para todos. Pero la experiencia ha resultado muy gratificante y el esfuerzo, recompensado. No tenemos palabras para contar cómo ha respondido el alumnado, cómo se ha implicado en cuanto le proponíamos y los mensajes de cariño que nos han enviado. Más difícil es aún expresar la emotividad en las respuestas a nuestras llamadas telefónicas.

Lo mínimo que podemos decir es que es un gusto tener este alumnado. Y que de esta experiencia tan negativa que todos hemos vivido, nos quedan muchas cosas positivas.

Si algo hemos aprendido es que podemos sobreponernos y adaptarnos a casi cualquier cosa. Si algo debemos aprender es que con el esfuerzo de todos juntos seremos capaces de superar muchas dificultades. Juntos, seguro, mejoraremos muchas cosas.

Actualmente ya hemos finalizado las clases, no nuestro trabajo. Estamos valorando toda esta experiencia y preparando las propuestas para el curso 2020-2021. Contamos con que, a muchos de vosotros, os parezcan interesantes y os apuntéis al Aula de Educación de Personas Adultas. Porque vamos a volver a las aulas y no podemos imaginar nada mejor que la vuelta sea con nuevo alumnado y, por supuesto, con todas esas personas que han seguido con nosotros durante este curso tan atípico. Gracias. T