El fuego ilumina la fría noche de San Antón

Aunque cada pueblo mantiene sus tradiciones, el denominador común en todos ellas es el fuego, por eso cientos de luminarias ardieron en las distintas calles o bien se promovió una sola a cuyo alrededor se reunieron todos los vecinos para cocinar, calentarse o entonar jotas. En algunas localidades, incluso se mantuvo la costumbre de que los más valientes saltaran las hogueras, alargando la celebración hasta que sólo quedaban ascuas.

Sin embargo, en cada localidad la fiesta tiene un rasgo distintivo. Así, en Almonacid de la Cuba se preparan unos unos bizcochos especiales, los panes benditos, que elaboran dos familias que se ocupan de San Antón durante todo el año y se llaman 'sanantoneros'. Estos bizcochos se bendicen y cuando termina la misa se reparte un trozo a cada persona.

Mención especial merece la fiesta en Azuara donde la Agrupación Musical Azuara organizó, con la colaboración del Ayuntamiento de Azuara, una hoguera para todos sus vecinos con motivo de la festividad de San Antón, intentando recuperar un día de fiesta que se había perdido hace muchos años, según explica Enrique Sancho, presidente de la agrupación.

La Charanga de la Agrupación Musical Azuara amenizó la tarde-noche y contribuyó a aumentar el magnífico ambiente que se respiraba. Al final se de la noche se habían repartido más de 240 bocadillos, una cifra más que considerable ya que este año la víspera de San Antón caía en jueves.

Dada la aceptación por parte de los vecinos de Azuara, seguro que esta primera vez no será la última.

Mientras, como cada 20 de enero, los vecinos de La Puebla de Albortón homenajearon a su patrón San Sebastián con una sentida misa y la posterior procesión, acabando con un refresco popular que el ayuntamiento organizó en el pabellón municipal para todos los vecinos y que se alargó durante buena parte de la tarde. "Esperemos que al próximo año nos encontremos de nuevo todos los presentes", declaró Dionisio Ansón, alcalde de La Puebla de Albortón.