El 29 de abril inauguramos en Moneva con la presencia y acompañamiento del Vicepresidente 1º de la Diputación Provincial de Zaragoza, Martín Llanas, una balsa de abastecimiento de agua potable de una capacidad de 11.000m³, esto es de 11 millones de litros de agua.

Esta balsa colma un anhelo y pone fin a una necesidad de años, de padecer por el agua de boca, y a la incertidumbre de si mañana seguirá saliendo agua o se habrá secado la corriente de agua que nos suministraba la misma y, que se encontraba a más de 300 m. de profundidad, la cual extraíamos mediante bombas que eran metidas por la perforación inicial mediante grúas de gran tamaño que iban descolgando la bomba hasta llegar aproximadamente a la corriente de la que extraía el agua, y digo aproximadamente porque nadie podía ver que ocurría a 300 m. de profundidad, donde estaba la bomba y si había atravesado la corriente, o estaba en la mitad o escasamente la rozaba, si se había bloqueado por el barro o, si simplemente la corriente había desaparecido o disminuido en tal volumen que la bomba no era capaz de captarla y subirla, así, dependíamos de la intuición y pericia de las personas que realizaban la extracción.

Pero también es verdad, y hemos de ser justos, que ese sistema, aunque rústico, nos permitió aflorar la primera agua potable y liberarnos de la dependencia de pozos y balsas, y fue el primer paso, que se dio hace unos cuarenta años, para llegar a esta balsa que hemos inaugurado y que nos lleva el agua por gravedad hasta los depósitos de abastecimiento final al pueblo, sin gasto alguno de electricidad, pues no requiere de bomba alguna al llegar el agua desde la balsa a los depósitos, que baja por su propio peso.

Para llegar a este feliz final, tras el largo y sinuoso camino recorrido hemos tenido la colaboración en un inicio del Partido Aragonés con la figura de Carmen Herrero Abián, que nos ayudó y aconsejó tanto en la subvención de las expropiaciones por donde atravesaba la conducción del agua, desde el lugar donde habría de ir la balsa hasta los depósitos de agua, como en la compra de los terrenos donde habría de ubicarse la balsa, que nos facilitó, tanto el asesoramiento de los técnicos de la DPZ, en especial de Fernando Munilla, del departamento de Vías y Obras, como en cuantas gestiones fueron necesarias en aquellos momentos. ¡Gracias Carmen!.

Con la entrada de la nueva legislatura y del PSOE en la presidencia de la DPZ, tuvimos la suerte de encontrarnos con un presidente de todos los zaragozanos del mundo rural, en la persona de Juan Antonio Sánchez Quero, que independientemente de que militásemos en partidos distintos supo ver y entender, como alcalde de pueblo pequeño que ha sido y es, la necesidad del pueblo y el sufrimiento que el agua del subsuelo nos producía por su mala calidad y su probable escasez, y olvidándose de colores de partidos, no dudó en ayudarnos, nos sacó del atasco en que nos encontrábamos y nos facilitó el final feliz de nuestra balsa, dándonos autonomía suficiente para poder sacar a licitación la excavación y construcción de la balsa

Así, hoy disfrutamos de un abastecimiento que tanta falta nos hacía y que garantiza la supervivencia de este pueblo. ¡Gracias presidente! T