Como viene ocurriendo desde 1895, las calles de Azuara se volvieron a llenar de los toques sobrios de cornetas y tambores de los Alabarderos con motivo de la Semana Santa.

Esta centenaria cofradía es la principal protagonista y principal causante de que las casas y calles de Azuara se llenen cada año para ver su paso y participar en los actos que se celebran. Todo comienza con la Misa de la Cena del Señor en la tarde del Jueves Santo. Los Alabarderos acuden a la Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad donde hacen retumbar las paredes de la misma y los corazones de los allí congregados con el sonido y eco de sus cornetas y tambores. La mañana del Viernes Santo es el momento del Vía Crucis en el que la cofradía de Alabarderos sube hasta la ermita de San José tras hacer parada en cada una de las catorce estaciones, para después bajar de nuevo a la iglesia en procesión con las imágenes allí recogidas. Estas mismas imágenes de nuevo procesionan esa misma tarde, con el silencio de los vecinos y los toques de los Alabarderos, saliendo de la iglesia y recorriendo la calle Joaquín Costa, Mayor, Nueva y avenida de San José para llegar de nuevo a la ermita de San José. El sábado por la noche es el momento de subir de nuevo a la ermita para recoger la imagen de Cristo resucitado y llevarla a la Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad.

La devoción, la tradición, los sentimientos, la emoción y el respeto en estos días de Semana Santa no serían posibles sin esta cofradía de Alabarderos de Azuara que lleva cada azuarino en un trocito de su corazón.

ROSCA DE PASCUA

Además, este año la Asociación de Mujeres Gualdrapa organizó, con la colaboración del Ayuntamiento de Azuara, el reparto la Rosca de Pascua.

De esta manera la asociación recupera una vieja tradición perdida, con la que los vecinos de Azuara celebraban el final de la Semana Santa yendo a las inmediaciones del río a merendar este típico bollo con longaniza y huevo. La actividad tuvo lugar en la arboleda de los chopos gordos y a ella acudieron más de un centenar de vecinos que disfrutaron de su ración de rosca con su vaso de vino o refresco. Muchos fueron los que recordaron y revivieron momentos del pasado, y muchos fueron los que disfrutaron por primera vez de esta tradición recuperada por la aspociación Gualdrapa

La magnífica organización por parte de la asociación de mujeres y la respuesta de los vecinos permite pensar que esta tradición no se volverá a perder y que de nuevo los azuarinos repetirán esta merienda en el campo el Domingo de Resurrección durante muchos años. T