Más de 300 vecinos de Lécera mostraron su devoción a la Virgen del Olivar el 22 de mayo, desplazándose en romería hasta el convento del Olivar, ubicado en Estercuel.

Esta romería se celebra cada cinco años y su origen no se conoce a ciencia cierta, pero todo apunta a que la romería rememora un antiguo peregrinar incentivado por alguna catástrofe o hambrunas, tras periodos de prominentes sequías, que dejaron diezmada la población de este municipio.

Los romeros recorrieron más de 57 kilómetros de senda en dos jornadas, haciendo noche en Oliete donde se celebró una cena de hermandad. Todos hicieron el camino a pie, a caballo, incluso en sus vehículos, siguiendo el itinerario tradicional de esta romería que transcurrió en un ambiente festivo. Al día siguiente, domingo, la larga marcha amarilla, color que con el azul forma la bandera de Lécera, alcanzó el Monasterio de Nuestra Señora del Olivar, que acogió una misa antes de la comida.