De una cosecha "récord", se pasó "en apenas 24 horas" a una cosecha "normal en cantidad" y con una calidad desconocida. Este es el drástico cambio que han provocado las tormentas y las inundaciones en la cosecha prevista por Denominación de Origen Campo de Borja, ya que según su presidente, Pedro Aibar, las primeras estimaciones hablan de unas pérdidas de tres millones de kilos de uva, que en dinero para el viticultor se traduce en 1,2 millones de euros, y numeroso daños, aún por cuantificar, en las infraestructuras.

Pero además del daño económico, está también el daño moral, ya que los destrozos se produjeron a las puertas de la Fiesta de la Vendimia, que marca el inicio de la recolección de la uva.

Como recordó Pedro Aibar, las previsiones para este año hacían presagiar una cosecha histórica que bien podría haber superado los 32 millones de kilos de uva, lo que habría supuesto un incremento del 23% respecto al 2003. "Pero en 24 horas se pasa de un extremo a otro".

Con voz temblorosa y visiblemente afectado, Aibar, relató en una rueda de prensa que el día 7 de septiembre "fue un día durísimo, en el que me fue muy difícil dar palabras de consuelo a los viticultores con sus explotaciones totalmente dañadas por la inundación". Y es que un total de 500 hectáreas de viñedo, de las 7.200 hectáreas con las que cuenta esta denominación de origen, quedaron inundadas

Y es que según los datos con los que cuenta la DO Campo de Borja, entre las 21 horas y las 24 horas del día 6, cayeron en Borja 205 litros por metro cuadrado, y entre 250 y 300 litros por metro cuadrado en Magallón. Unas cantidades de agua "atípicas" en la comarca del Campo de Borja que inundaron 500 hectáreas de viñedo y se llevaron por delante tres millones de kilos de uva. Ahora, la denominación de origen espera recoger entre 27 y 28 millones de kilos de uva, "una cosecha normal en kilos, pero que en lo referido a la calidad se abre un interrogante" y todo dependerá del tiempo. "Además, --añade Aibar--, recoger la uva en esos campos anegados va a ser casi imposible y más costoso que su precio real".

Otros daños

Sin embargo, más allá de los daños ocasionados en la cosecha, el presidente de la D.O. Campo de Borja se mostró preocupado por los numerosos destrozos ocasionados en las infraestructuras agrarias. "Económicamente las pérdidas suponen 1,2 millones de euros para el viticultor que, además, ha de hacer frente a un problema mayor que es la rotura de infraestructuras que ha sido tremenda".

En este aspecto, Aibar señaló que el consejero de Agricultura y Alimentación del Gobierno de Aragón, Gonzalo Arguilé, y el nuevo director general de Agroalimentación, Pedro Orduna, ya visitaron la zona para "hacer un primer análisis de la situación". Después, han sido los técnicos de SIRASA los que a lo largo de varios días han ido recorriendo la comarca, a medida que los campos se han ido secando para poder evaluar mejor el alcance de los daños. Pese a todo, Pedro Aibar se aventuró a decir que "los daños en las infraestructuras estarán muy por encima de los ocasionados en la propia cosecha".

Para finalizar, Aibar también se refirió a los trámites que hay que iniciar ahora para cobrar los seguros y precisó que "afortunadamente, en nuestra zona hay un nivel de aseguramiento muy alto para heladas y pedrisco".

A. REVUELTA