El 5 de abril, se celebró en Ainzón la XIII Exaltación del Huecha-Jalón que reunió a diez cofradías y agrupaciones de nueve localidades: Borja, Brea de Aragón, Gallur, Alpartir, Morata de Jalón, Bulbuente, Almonacid de la Sierra, La Almunia y Ainzón.

La concentración fue en la plaza Mayor, y estuvo presidida por las autoridades y hermanos mayores de las distintas cofradías asistentes. Javier Corella, alcalde de Ainzón, abrió el acto y tras él actuó el grupo infantil de Tambores y Cornetas de Ainzón, que encantó al público con su destreza y desenvoltura.

Después se hizo un 'Toque de Hermandad Huecha-Jalón' y, a continuación, cada una de las cofradías participantes hizo su toque. Al término, se hicieron entrega de distintos obsequios a las cofradías y autoridades presentes. José Luis Aznar, presidente de la Cofradía de Cornetas, Tambores y Bombos del Santo Cristo de La Capilla de Ainzón, dirigió unas palabras de agradecimiento y, como colofón, se hizo un emocionante Toque de Imágenes por todas las cofradías participantes a la vez, que siguieron con un pasacalles hasta el polideportivo donde la cofradía anfitriona les recibió con un emotivo pasillo y un gran aperitivo.

Destacar "la buena organización, el silencio y respeto que la exaltación merecía, a la vez que la tarde acompañó limpia y soleada". La organización quiere agradecer "la colaboración desinteresada del Ayuntamiento de Ainzón, Comarca Campo de Borja, Protección Civil, parroquia, asociaciones, peñas, entidades comerciales, bares, bodegas, DO, colaboraciones particulares y aportaciones económicas".

DOMINGO DE CUASIMODO

Además, el 27 de abril, domingo siguiente a Pascua de Resurrección, se celebró en Ainzón la 'Fiesta o Domingo de Cuasimodo', una tradición muy antigua y fuertemente arraigada en Ainzón.

Se trata de una celebración con carácter muy religioso que cierra los actos de Semana Santa. Muchas personas acompañaron con recogimiento y respeto esta procesión, que ha sobrevivido a los años en Ainzón.

Después de la misa solemne, salió la procesión con el sacerdote bajo palio, que portaba el cuerpo de Cristo. Estaba acompañado por la corporación municipal, la Cofradía de la Sangre de Cristo y la banda de música. Y se administró la comunión por los domicilios de enfermos e impedidos que previamente habían solicitado las familias.

Hay que resaltar que esta tradición ancestral ha desaparecido en casi todos los pueblos, pero Ainzón, fiel a sus tradiciones, es unos de los pocos pueblos de Aragón que la mantiene viva.