Los alumnos de la Escuela de Música de Ainzón ofrecieron un concierto de final de curso en el que ofrecieron a los asistentes los progresos que año a año adquieren a través de diferentes géneros musicales. En primer lugar actuaron los instrumentistas, solos o por grupos, que deleitaron desde la música popular y bandas sonoras de Disney hasta arreglos del pop actual. Todos se unieron después a la «pequeña banda» para ofrecer un viaje alrededor del mundo con músicas de diferentes países.

Los más pequeños de la escuela recibieron su diploma. La novedad de este año fue el reconocimiento a la constancia de una alumna, Laura, que fue premiada con una beca para el próximo curso. Con esto se pretende incentivar el trabajo personal de los alumnos, así como implicar a los padres en el apoyo en la educación musical de sus hijos.

En la escuela se imparten clases de viento-metal, madera y percusión con el fin de incorporarse a la banda de música. No solo son niños los que acuden sino que también hay adultos que reciben clases y aprenden diferentes instrumentos. Lo mejor de estos trabajos de fin de curso es ver el compromiso que adquiere cada uno de los chicos con el papel asignado, colaborando los más mayores con los pequeños, enseñándoles lo que saben y animándolos. Ellos disfrutan tocando con sus compañeros y eso lo transmiten a todos los que les escuchan. T