El 14 de julio comenzaron las populares fiestas del barrio del Carmen, organizadas por la comisión de fiestas del barrio, la Cofradía del Carmen y el Ayuntamiento de Borja.

El sábado 12 tuvieron como preludio la cena popular organizada por las peñas del barrio, y ya el lunes 14, en la casa consistorial tuvo lugar la constitución del ayuntamiento infantil, uno de los actos tradicionales más entrañables de estas fiestas. Se eligieron los cargos de policías municipales, maceros, concejales y alcalde. La alcaldesa elegida fue Paula Espés Soria, que desde el balcón de la casa consistorial y ante el público congregado en la plaza de España, leyó el pregón de las fiestas. La corporación en pleno, precedida por la abanderada Sara Arcos, la concejal más joven, y las "maceras" se desplazaron hasta el barrio del Carmen, para inaugurar la exposición fotográfica instalada en la peña Zurracapote.

Otro de los actos tradicionales, tras la eucaristía celebrada en la tarde del 16 de julio en la antigua colegiata de Santa María, fue la procesión que partió de ese templo, encabezada por el estandarte y el pendón de la Cofradía del Carmen, con asistencia de un numeroso grupo de personas y el acompañamiento de la Agrupación Musical Borjana. Como es tradicional, ocupaban un lugar preferente los integrantes del ayuntamiento infantil. Tras ellos, iban también el alcalde de la ciudad y otros miembros de la corporación municipal.

Especialmente emocionante fue el paso de la procesión por la plaza de Nuestra Señora del Carmen, decorada especialmente con la colocación de un barco en una de las fachadas de la plaza, antes de regresar al punto de partida por el barrio de San Juan y las calles Coloma, Mayor y Concepción.

Como remate final de las fiestas de la Virgen del Carmen, de la fuente del barrio volvió a salir vino para satisfacción de las numerosas personas que se reunieron allí, las cuales también fueron obsequiadas con refrescos y aperitivos servidos por voluntarias ataviadas convenientemente.

No faltó la Jota de Ronda, interpretada por la Escuela Municipal de Jota, que recorrió las calles del barrio para terminar en la plaza. Un brillante colofón para unas fiestas populares que contaron con gran afluencia de público y que cada año se hacen realidad merced a un grupo de entusiastas personas y la colaboración del ayuntamiento de la ciudad.