Mallén celebró el último día del año la San Silvestre, la carrera popular que, a pesar de la tarde tan fría, puso a más de 120 malleneros, unos poquitos menos que el año anterior, a sudar antes de tomar las uvas. La cita sirvió para dejar atrás las malas acciones del año que pasó y recibir el nuevo, unas horas después sintiéndose un poco más solidario, pues la inscripción de la carrera costaba dos euros, cantidad que fue donada íntegramente a Asion (Asociación Infantil Oncológica de Madrid), que ayudó la mallenera Ana Sánchez durante su trasplante de médula ósea en el Hospital La Paz de Madrid. Se recaudaron 490 euros.

Fue una carrera muy bonita y sin competencia donde la gente quiso cerrar el año corriendo con su familia y amigos, muchos de ellos disfrazados, y donde lo importante era pasar un buen rato. Al realizar la inscripción se entregaron gorros de Papá Noel con el que disputaban la carrera. También los alumos de cuarto de la ESO repartieron este año chocolate caliente y así recaudaron dinero para su viaje de estudios.

La prueba tuvo lugar a las cuatro y media de la tarde con salida y meta en la plaza de España y un circuito urbano de 900 m con diferentes distancias según categorías.

Se realizaron dos carreras. En las categorías absoluta masculina y femenina hubo trofeo para los tres primeros y medallas para el décimo. Los vencedores en cada una de las dos categorías también fueron obsequiados con un jamón. Mientras que la segunda carrera iba destinada a niños de categoría infantil hasta 12 años y corredores solidarios, que recorrieron una vuelta al circuito. Los diez primeros recibieron una medalla, excepto en la categoría peques que lo hicieron todos los participantes.

Al final, Jesús Rodríguez se impuso a Santiago Sanz y Alejandro Ibáñez en categoría absoluta masculina y Elena Duarte cruzó la meta por delante de Amelia Yoldi y Alodia Abab en la carrera femenina. «Ganar ganamos todos porque lo fundamental fue ser solidarios», indicaron desde el consistorio. T